Nos
vamos aproximando al fin del año 2,000; para muchas personas este inicio de
milenio ha traído nuevas perspectivas, nuevos enfoques, nuevas esperanzas; no
obstante que nos haya tocado de alguna manera esta euforia, es total y
absolutamente cierto que la vida no detiene su constante devenir y que en
nosotros se están gestando las bendiciones o pesadillas del mañana; nada
permanece inmóvil, o bien se supera y fructifica o bien declina y muere; a
nosotros pertenece la decisión o indecisión de forjar un devenir sereno y en paz,
o una vida cruel y hostil. ¡Es absolutamente cierto que es nuestra decisión
personal!
Es
por ello que debemos, con constancia y verdadero objetivismo, ser autocríticos,
pero así también humildes y tolerantes con nosotros mismos, -no se puede dar lo
que no se tiene-, debemos confiar serenamente en que con el trabajo, fe y
perseverancia, llegaremos al preciado logro de nuestras metas y compromisos,
solo existe algo sumamente importante que debemos recordar: El trabajo es tan
intenso y tan brumoso, que debemos empezarlo ya desde hoy, no se admiten más
excusas ni postergaciones, el temor no debe limitarnos ya por más tiempo, si
fracasamos, no debemos apenarnos, ya que más que preparados para el triunfo, el
ser exitoso lo es, porque está bien preparado para "asimilar" con
debida aceptación su derrota temporal.
Debemos
recordar que mientras: "haya vida hay esperanza", no debemos
permitirnos el lujo de la derrota estéril y sin ningún sentido, debemos siempre
aspirar a nuestra mejora constante y frecuente, como seres de mejor calidad
humana y espiritual; el trabajo no es nada sencillo, sin embargo tenemos
grandes aliados a nuestro favor, a saber: un Dios que nos ama y que desea lo
mejor para sus seres más desprotegidos; un cumulo de experiencias que nos han
hecho sensibles a nuestras limitaciones humanas y a las de los demás;
familiares y amigos que esperan con los mejores deseos nuestra recuperación y además
un futuro que empieza a partir de hoy, es de nosotros pues la decisión de: “Tomar
la vida como si estuviera a nuestro cuidado”,..
¡Hasta
la próxima compañeros!
Tomado
de una Editorial del Boletín la Luciérnaga de NA, Jalisco
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