En verdad que
cierto es que mi voz,..
atiende demasiado
tiempo,..
los pequeños
requiebros de mi alma,..
Y los temas
conjugados,..
por tantas líneas de
discurso,..
por tantas
acciones que nos engloban,..
y que nos “marcan”,..,
dimensionan,..
que ellas tácitamente
nos conducen,..
¿quién quisiera
verse en el lugar?,..
victimizado o
blandiendo la hoja,..
De verdad que esto
no puede soslayarse,..
nos catapulta,..
nos da la exacta
dimensión de la atrocidad,..
del peor acto humano,..
que sacralizado blande
la muerte,..
Sin consciencia, sin
ningún reparo,.., firme,..
llevado al compas
de sus pasiones, su terrible locura,…
ellas soterradas,…
como si hubieran
estado tanto tiempo adormecidas,..
y como en acto
pleno,..
hubieran esperado
el tiempo de presentarse,..
oh humanidad,..
Que ellas nos bañan
con el líquido escarlata,..
de seres
postrados, sometidos,…
abonando así el
camino hacia lo extinto, la nada, el vacío,..
oh humanidad,..
¿a dónde llegaremos?,..
¿Acaso alcanza
algún perdón,..
que sane tan
enorme, real y cruel pesadilla?,..