Esos que saltan
como la liebre,..
que no sabe uno
cuando puedan surgir,..
ni los imagino,..
Pareciera uno
caminara por sendero,..
sin nada en
mente,..
y de pronto
aparecen bruscamente,..
esos momentos,
esas imágenes,..
esos rostros, ya me
remontan,..
hacía atrás,..
como carrete que
rebobina todo un kilometro,..
con un triz,..
Y me colocan en
ese estado,..
contemplativo,
observante asombrado,..
dulcemente maravillado,..
Y encuentro las
razones,
los porqués de mi
arrobamiento,..
Voy al encuentro
contigo,..
con tu alma,..
esa ingenuidad,
esa malicia,…
las dos
encontradas en un instante,..
y que me hacían
sonreír,..
Pero ahora, es tan
sólo un pasaje,..
propio, muy
propio,..
tan sólo a mi pertenece,..
y me provoca el
escribirlo,..
para que no se
vaya,..
para que no se
diluya, se pierda,..
Darme la razón a
mi locura,..
hacia ti,..
toda la pasión que
proyectabas,..
y me daba energía
para poder volar,..
para transitar del
silencio a la melodía,..
Son momentos,..
sólo momentos,..
que están en mí,..
que allí están,..
que los viví,..
Gracias Dios, por regalármelos,..
ya podré estar en
paz,..
y no volver a
forzarlos,..
que ya sé que no
se buscan,..
que tan sólo bellamente
caen,..
esa es la
hermosidad de la vida,..
Tan sólo se dan,..
Sólo requiero
estar,..
escuchar bien
atento,..
dejarse llevar,…