Apocalipsis 3:15-17
15 Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente.
¡Ojalá fueses frío o caliente!
16 Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.
17 Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido,
y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado,
miserable, pobre, ciego y desnudo.
Y desde esa dura sentencia, es que nos hemos “atrevido”,…
hemos seguido la “senda”, la vertiente que alguien nos señalaba,…
¿el primer humano, el anterior, quien?,…
No podríamos ser para nada ambivalentes,
difusos, inseguros, cobardes, “tibios”,…
negados estaríamos a “escuchar” la voz contraria:
“no lo hagas, tan solo piénsalo”,…
Nos atrevimos al hecho, a la incitación,
a la invitación,…, aunque no estuviéramos
ciertamente convencidos,…
Y pensamos claramente: “es un volado, una probabilidad
o posibilidad tan sólo”,…
Era demasiado fuerte el señalamiento: “puto el que no lo haga”,…
casi casi como una orden imposible de no cumplir, obedecer,..
vivir siempre fustigado entre estos indómitos ejes cartesianos,…
“si no lo haces, eres,…”
Todos los adjetivos que podrían inventarse:
eres gris, un looser, un pendejo,…, patético,…
cretino, un pusilánime,…, socialista o capitalista,…
o un burgués o no poeta,…
Sitiado, rodeado por todos estos sensibles y terribles “argumentos”,…
una lógica imposible de evadir o destruir,
marcar una antítesis, o su ruda filosofía,…
¿No podría pensarlo, una vez, mil veces antes de,…?"
ni madres,…, no seas tibio,…
¿No podría no quererlo, estar muy a gusto con mi minimalismo,..
mi cretinidad que me acomoda, mi traje que he vestido tanto
tiempo?,…
Y la pregunta queda ¿expresada?,…
Quizás sí o no fue expulsada,.., dicha,..
no tuvo ni fuerza, ni energía para manifestarse
con justicia,…
