Que su alma se “explaya”, se distiende, y casi podemos tocarla,..
Hay seres que pintan y trazan líneas diversas, complejas,..
con diferente tono, color y textura,..
los legos no podemos vislumbrar su belleza en ciernes,..
y solo la podemos admirar al final, cuando la firma,..
Es otro mundo,…, adimensional,…, profundo,.., abismal,..
pletórico de tanta luminosidad o triste, melancólico,..
que nos hace llorar, nos enternece, suspirar,..
o admirar o arrobar tanto,…
Belleza, terror, vacío,.., tristeza,…, “algo” que nos agita, nos mueve
en nuestro interior,.., y no podemos dejar de verle,.., apreciarle,..
No comprendemos como esa imagen, se vuelve un icono,..
que no logra abandonarnos,..
Nos da paz,…, serenidad, descanso,.., emoción,.., calidez,..
Pero solo el lenguaje,..
posee ese hilo conductor de palabras elegidas o al azar,..
Que nos desean “traducir” todas estas sensaciones, artes, expresiones,..
Se “crea” un discurso interno,…, que discurre o decanta,…
que “busca” definir todo ello,…
¿Acaso lo logra?,…
¿puede transportarnos, colocarnos ante ese sonido,..
esa creación, esa inspiración, sublime del artista?,…
Solo el lenguaje “transporta” al cuadro, sin necesidad de moverlo,..
cambiarlo de lugar,…, y busca interpretar, traducir,
aquello que el artista quiso plasmar,..
¿Qué mano o intención hizo que su trazo fuera grueso o fino, rabioso o sutil?,..
o describir, pretender,.., traducir el sentimiento de la voz fina o potente
del cantante,..
su intensidad o suavidad, conjugado su cuerpo, su rictus, su gesto,..
su rostro, su mirada,..
Y el efecto o resultado en los oídos vírgenes o educados del oyente,..
su consternación o ansiedad o la paz que se asemeja a un cielo prefigurado o a un infierno,..
La música es el vector, pero el lenguaje o el discurso, puede descubrirnos algo,..
un reflejo de aquello que percibió quien le escucho,..
¿Sirve pues el lenguaje?, yo creo, aseguro que es así,..
y tan solo he arañado su importancia con respecto a otras artes,..
con diferente tono, color y textura,..
los legos no podemos vislumbrar su belleza en ciernes,..
y solo la podemos admirar al final, cuando la firma,..
Es otro mundo,…, adimensional,…, profundo,.., abismal,..
pletórico de tanta luminosidad o triste, melancólico,..
que nos hace llorar, nos enternece, suspirar,..
o admirar o arrobar tanto,…
Belleza, terror, vacío,.., tristeza,…, “algo” que nos agita, nos mueve
en nuestro interior,.., y no podemos dejar de verle,.., apreciarle,..
No comprendemos como esa imagen, se vuelve un icono,..
que no logra abandonarnos,..
Nos da paz,…, serenidad, descanso,.., emoción,.., calidez,..
Pero solo el lenguaje,..
posee ese hilo conductor de palabras elegidas o al azar,..
Que nos desean “traducir” todas estas sensaciones, artes, expresiones,..
Se “crea” un discurso interno,…, que discurre o decanta,…
que “busca” definir todo ello,…
¿Acaso lo logra?,…
¿puede transportarnos, colocarnos ante ese sonido,..
esa creación, esa inspiración, sublime del artista?,…
Solo el lenguaje “transporta” al cuadro, sin necesidad de moverlo,..
cambiarlo de lugar,…, y busca interpretar, traducir,
aquello que el artista quiso plasmar,..
¿Qué mano o intención hizo que su trazo fuera grueso o fino, rabioso o sutil?,..
o describir, pretender,.., traducir el sentimiento de la voz fina o potente
del cantante,..
su intensidad o suavidad, conjugado su cuerpo, su rictus, su gesto,..
su rostro, su mirada,..
Y el efecto o resultado en los oídos vírgenes o educados del oyente,..
su consternación o ansiedad o la paz que se asemeja a un cielo prefigurado o a un infierno,..
La música es el vector, pero el lenguaje o el discurso, puede descubrirnos algo,..
un reflejo de aquello que percibió quien le escucho,..
¿Sirve pues el lenguaje?, yo creo, aseguro que es así,..
y tan solo he arañado su importancia con respecto a otras artes,..
