Yo no puedo querer cuando estoy
cerca,
solo cuando estoy lejos, a la
deriva,..
¿Por qué?, no lo sé,…, una
incógnita para mí,
estando cerca, soy terrible,
egoísta, fiero, procaz, burlesco, soy, una “joya”,
y estando lejos a la deriva,
añoro los gestos, las palabras, los defectos, tu presencia,..
Cosa tan terrible, lo que me ha
sido heredado, ¿yo lo busque?,
creo que no, se me fue dando,…
desde pequeño recuerdo mis
andanzas,..
esa supremacía sobre mis
hermanos, fue terrible,
los golpeaba, me burlaba, les
abusaba,….
tuvieron que pasar muchos años,
para que esto se acabara,..
cuando alguien de repente se me
enfrentara,
¿Quién eres tú, que te crees?, no
te tengo miedo,…
leyendo en su mirada esa
determinación,
sólo me quedaba, el sonreírme burlonamente,
jejeje,…
y darme ya por fin la vuelta,
dejarla,..
igual cuando un hermano me
enfrentó con su corazón roto,
diciéndome: “oye, ¿por qué si yo
te admiro, no me lo puedes creer?
en verdad, yo te quiero y te
respeto, ¿por qué no me lo crees?”,..
empezar a entender que en lo
profundo de mi había,
grandes enigmas y huecos dentro
de mi corazón,..
Todo ello me fue llevando,.., me
condujo a la soledad,..
debía sentir a esta como aguijones,
con un profundo dolor,
con una terrible opresión, en mi
pecho, en mi corazón,..
para que yo deseara ya
suavizarme, entender y comprender,
que el espacio que se me daba era
sagrado y de alguna manera,
aunque mínimamente, porque mas no
podía, corresponder,..
contener, mi locura, mi ironía,
mi burla, mi procacidad, mi egoísmo,
y mínimamente, empezar a sonreír,
tan siquiera,..
dar gracias, aunque forzadas,
arrancadas,
desgarradas de mi boca como con fórceps,
empezar a estar cerca de los
demás,..
escucharles, quizás el quererles un
poco el comprender,…,
aceptarles, aunque de manera teórica,
o retórica,
no desearles cambiar su
personalidad, respetarles,..
estas sencillas cosas, en mi vida
no se me dieron,
yo las tuve que ir arrancando,
con marrazos de miseria,
con punzante soledad, con locura,
hasta el límite de la razón,
de la estulticia, del corazón,..
Ay amor, ¿Por qué no exististes
en mi?,..
bregaron conmigo tantas gentes,
mis pobres hermanos, mis víctimas,
mi madre, que atribulada, no
percibía mi estulticia, mi ironía, mi traición,..
mi hermano mayor, que tuvo que
padecer lo mejor de mi locura,
lo truculento, la confusión, mi
tortuosa inteligencia, que le confundía,..
a mi padre, que yo no percibía
con justicia,
en ratos era un héroe y en ratos,
me avergonzaba de todo el,
su estatura, su falta de
limpieza, su procacidad, su bajeza,..
vaya, que “hermoso he sido yo”,..