jueves, 1 de septiembre de 2022

¿Es escribir un escape,…, una fuga o evasión?,…

Pudiera ser,…, en verdad que no lo niego,…
eyectarse de alguna manera, de esta mediocridad redundante,…
y que parece que no acaba, que no cesa de exhibirse, reclamarme,..
eres mío, eres mío,…

¿Es un recurso pobre, pequeño, no valioso?,…
no lo siento así,…, mas bien lo creo, si necesario, útil,…
para “guardar” algo la razón,.., algo de cordura,…

Donde pueda algo diferenciar lo gris de lo negro,…
apreciar el vuelo de una torcaza (posible mi anhelo),…
escuchar un colibrí,…, escuchar el agua,…, dar el tiempo
al ritmo,…, al ruido, a la pausa,…

Buscar mirar, observar con cierto temple, con algo de justicia,..
ponderar,…

Creo es la proclividad de ciertos seres,…
que nos inclinamos con cierta facilidad, al viento,…, a las palabras,…
a los gestos, a las voces,…, los discursos, los reclamos,…
y las lágrimas y las razones o sin razones,…
y “escuchamos” todo, vemos todo como en mega proyección,…

Y analizamos el drama, el requiebro del espíritu,…, la abyección de las
palabras,…, del alma su quebrar,…, su llanto, su contradicción,…
ahhhh,…

Y solo podemos acaso, doblar a nuestros ojos, la mirada,…
y ¿orar?,…, pedir, solicitar,…, a un Dios sin rostro: “dale algo de paz”,…

Busco pues en la retórica libre,…, mi alma poder liberar,…
no enlazar,…, no cristalizar,.., dejarle suave,.., fluida,…
transitar,…