Suave como el
murmullo de las olas,..
va flotando el
alma,..
se mece en
horizontes,..
esta quieta la
zozobra,..
Llega el
plenilunio,..
de las noches de
Abril,..
El mar luego se
arrebata,..
parece
naufragar,..
más un cálido
roce,..
ya le toca y se
aviene,..
Alza la mirada,..
abre su brazos,..
sus ojos le
contemplan,..
una lágrima
furtiva ya se cae,..
Pero no es de
tristeza,..
de sensible
alegría,..
se aviene la
paz,..
Trashumantes
desvalidos,..
se aquietan y se
van,,..
Es el tiempo,..
luego de la
tormenta,..
¿Es que acaso la
luna y el cielo fabricaron un lucero?,..
como en celeste
sincronicidad,..
alumbra la
obscuridad de mi agonía,..
y es que ya no
estás,…
no te percibo,…
Se acabaron las
promesas y los sueños,..
los tiempos idos
ya fenecen,..
deviene el
silencio,..
Iluso corazón que
no se parte,..
que no se mina,..
tan sólo pervive a
pesar de la borrasca,..
del sueño ido no
resuelto,..
Hay verdades como
templos,..
como bardas que
separan,..
el potrero de las
almas,..
el amor que no
aparece en madrugadas,…
sólo una furtiva
lágrima emitida,..
un suspiro
adormecido,..
un te quiero
contenido,..
adiós mi bello y
lánguido amor,…