jueves, 18 de febrero de 2021

Carta para mis hermanos humanos,…

Yo no hago distingos ya ahora,..
sé que todos estamos hermanados,…, juntos,…

No hay fronteras que nos separen,…
en medio de nuestros ojos, nuestras miradas,…

Nos duelen los mismos huesos,…
lloramos las mismas ausencias,…
y las mismas falsedades y mentiras,…, sufrimos,..

Y lloramos y reímos igual por las mismas simplezas,…
por eso digo,…, hermanos más que gringos,…
mexican-gringous,…, las raíces que nos ayuntaron,…

Ellas no fallan, no se rinden,…
aunque hables solo ingles,…
yo te quiero en español y en todos los idiomas,…

Se fuerte,…, recuerda nuestros ancestros, gigantes del maíz,…
ellos nos miran desde el confín del universo,…, nos alumbran,…

Y no nos dejan caer en derrotismo,…, poderosa raza de cobre,…
de obsidiana,…

Abrazos hermanos,…., todo ello pasara y estaremos,…
aunque cada uno lejos en distancia,…, cerca de tu corazón y tu alegría,…



Tiranía que infiltra,…

Y si reyerta fuera,…
el lirio de tus ojos de agua, de obsidiana,…
Maruga,…, Orellana,…, frió invernal,…

Y que pudiera yo descifrarte,…
saber de tu nombre, saber de tu consciencia de trapo,…
de tu duda que ella incide,…, que te atormenta,….

Como quisiera tener las palabras y los gestos que
te dieran una respuesta cálida, pacifista,…, tranquila, bella,…
que te redima desde la tiranía que ella nos exige aquello que
creemos como trascendente,…

¡Al fin humanos!,…

Que deseamos darle “valor” a nuestros segundos,…
nuestra respiración, nuestros asensos y caídas,…
nuestras derrotas,…, que merecemos,…

Ay como quisiera decirte,…, tranquilo (a) ya vive y deja ser,…
el equivocarse a quien tenga potestad de hacerlo,…
todos nada más,…
yo mismo,…