martes, 6 de octubre de 2020

Cotos privados,….

He trabajado de seguridad en varios de ellos y recién hacia la reflexión casi obligada, de que es una verdadera “falacia” o mentira que ella se compra, pero que de alguna manera esta misma, esta como “institucionalizada” y aceptada hoy en día, como muy cierta y verdadera, pues se cree que al comprar o rentar en un “coto” privado, se está garantizando con ello, un cierto estatus (más elevado o mayor, que garantice un cierto grado de “éxito”) ello en principio, y además cierto grado de “seguridad”, según, pues es como un “abstraerse” de una sociedad ciertamente violenta y marginal, que es ahora el entorno en que vivimos en México, que de alguna cierta manera y forma, se “compra” o se “adquiere” según, cierto “grado de seguridad”, aunque ello en verdad resulte bastante caro y oneroso,…, porque hay que pagar una serie de “servicios” e infraestructura: gastos administrativos del coto, mantenimiento de las áreas comunes, personal de seguridad, jardineros,.., etc etc,…

En resumen, lo que deseo expresar es que esto que se adquiere y/o que se compra, a precios ciertamente elevados, es una gran mentira o ilusión, esta especie de “espejismo”, de que a través de vivir en una cierta área confinada, según protegida o circulada por una barda, va a poder “garantizar” el proteger a una familia de cualquier entorno violento o peligroso que hoy día existe en México en muchos lugares o sitios, en verdad, que ello resulta ser solo una ilusión o un “producto” que se ofrece “caro”, en el mercado y que mucha gente lo adquiere, lo compra, pensando que con ello va a alcanzar o llegar, a la cúspide de la montaña más alta de su realización personal, al adquirir dicha vivienda para su familia, aunque ella sea rentada, pues da la ilusión de vivir en una área, según segura,…, y ello en verdad lo he visto desafortunadamente, es una gran mentira o ilusión,.., CARISIMA por lo regular, pero que va muy de la mano con una cierta óptica demasiado “clasista”, al considerar una cierta disgregación de seres o categoría de humanos, aquellos que “deben” vivir en la jungla humana, pues no les queda de otra y aquellos que pueden comprar o adquirir áreas reservadas o “seguras”, según circuladas y protegidas, para que la “chusma” este muy aparte de estos entornos seguros, y esto claramente es una falacia porque el mentado espejismo o “estatus económico” no asegura que los candidatos a “inquilinos” no sean unos tremendos delincuentes,…, “narcos”, “dealers” o “similares” o que estén contratando la vivienda para hacerla una “casa de seguridad”, y que muchas veces, en los cotos “privados”, a estos “sendos” personajes se les conocen como “puntos rojos” y que según la “capacitación” recibida a los guardias, se establece cierto “protocolo” para su manejo, que mínimo requiere no molestarlos ciertamente, por temor a represalias por su parte,…, que casi no se les da ello,…, como no,..

Debido a esto, se derivan varias conclusiones al respecto:

1.      Al comprar en un coto “privado”, se está comprando solo una “ilusión” de seguridad, a un precio demasiado caro por cierto, pero que es “falso”.

2.      Quizás seria conveniente comprar un buen terreno en un “buen lugar”, esto es que tenga un cierto grado de proyección o desarrollo, esto es el “potencial”, para los fines que se desean tener o proyectar en el futuro, pues hay quien desea vivir y comerciar en su mismo domicilio, y hay quien solo quiere llegar a “descansar” a su casa (tenerlo como un edén), pero para esto último alcanzar, si habrá que invertirse ciertamente, circuito cerrado, alarmas,.., infraestructura y equipos tecnológicos, etc. Aunque claramente hay que saberlo bien, que “nada” es absolutamente “seguro”, al cien, pues el mismo entorno, si no “avanza” a tener más seguridad en general (Ciudad de México y Estado de México como ejemplos típicos de avance en la violencia), de nada sirve tener un espacio según “seguro” si para llegar a el tengo que pasar por cantidad de aduanas y filtros en que no se sabe si se dará o surgirá un “levantón”, o un pago de piso,.., amenazas estas muy visibles y posibles, en algunos lugares de nuestro entorno mexicano ciertamente violento,..

3.      La participación ciudadana debe de crecer, para poder incentivar o motivar la participación comunitaria para mejorar ciertamente nuestras condiciones de vida del entorno, se dice mucho, no es tanto tener ejércitos de recolectores de basura para tener las calles limpias, sino una cultura que nos impida el que realmente haya basura por todos lados, lo mismo es para la violencia en nuestra sociedad, se requieren de múltiples acciones que ellas abatan realmente estos círculos viciosos de marginación y de violencia,.., que lejos ellos se van a abatir, comprando según, en áreas “seguras” y que solo van estableciendo un cierto grado de clasismo que ya debía ser considerado como muy retrógrado o rancio, pues es solo una “ilusión” de solución realmente.

Bueno hasta aquí estas “nociones o reflexiones”,….