no sabemos en verdad cuándo habrán de llamarnos, al descanso o al olvido,…
Esa prerrogativa, no nos pertenece,…, ni nos ha pertenecido nunca,…
el nacer o el morir, ello, no nos corresponde,…, por ello es una atrocidad
la muerte que se inflige a otro ser humano,…, es la peor condición
que puede darse o concederse,…, y ello no nos pertenece,…
Seamos claros, perentorios,…, justos y nobles,…, con nosotros,…
nos lo debemos,…, no hay que hacer caso a todos los pronósticos
y veredictos que nos hayamos permitido, pues no son válidos,…
no son justos,…
Nadie en verdad es tutor absoluto de nuestras almas y nuestras penas,…
nada ni nadie puede infligirnos el “daño” que pudiéramos creer ello merecido,…
debemos siempre mantenernos templados ante cualquier yerro o circunstancia,
que ello no nos rebase…., amemos nuestra condición de criatura,…, pues lo somos,…
tengamos caridad con nosotros mismos,…
sea, decidamos, resolvamos,…, siempre, sin dudarlo,…