viernes, 16 de septiembre de 2022

Aarón Aleph…

Hijo mío, ya te he explicado el porque te llamo así…, hijo,.., no es porque yo sea tu padre directo, sino porque eres hijo de mi hija,…, tu madre,…, Nalleli,… 

Ya no escribo demasiado, ¿por qué?,…, porque en verdad quisiera evitar los lugares comunes,…, evitar las “modas”,…, y que lo que escriba, para ti en este caso,…, te sea de utilidad, una guía o de menos un enfoque, un punto de vista, una referencia,…

He reiterado bastante que ningún ser humano “semos” perfectos,…, ¿verdad que no?,…, tus padres, tu madre,…, no lo son,…, ¿yo?,…., ya te dirá tu abuela que tampoco (mucho menos),…

He entendido que es una “premisa”, una cualidad inherente al ser humano,…, y ¿vale quedarse con ello tan solo?,…, dejarse llevar por la corriente, ¿por la vida?,…, hoy se clasifican las generaciones humanas, los baby boomers (1946-1964), se consideran mis contemporáneos,…, mis semejantes,…, la generación “X” (1965-1979), la Generación “Y” (1980-1994) y la generación “Z” (1994-2010) y la Generación ultima, la Alpha (2010 en adelante), ¿quizás de allí el nombre de Aleph?, sabe, tu mama a veces me sorprende notablemente,…, el caso es que cada generación ha tenido sus “retos”, sus “cualidades especiales”, ya hace años salió un libro (te recomiendo lo leas), un bestseller, “El shock del futuro” y luego, incrementando más su mensaje: “La tercera ola” del escritor norte americano, Alvin Toffler

(https://www.youtube.com/watch?v=bLTrp-AiJaY)

Si “analizas” con detenimiento, los libros tales y sus palabras, nos aproxima un tanto a la “comprensión” digamos no dramática o romantizada (deformada pues) de las generaciones, aunque esta visión primera, pudiera igualmente estar “sesgada” o fragmentada de un conocimiento cabal o global de la “realidad” humana en esos tiempos y posteriores, pues habría que considerar cantidad de otros puntos “importantes” para tener quizás una visión mucho más completa de la humanidad, y un tema que considero básico y que no puede no considerarse, es el factor de la geo política (terminajo de digamos “reciente” factura, que en mis años mozos no era de uso común, esto es los 60,s), México tenemos la “vecindad” que no puede quitarse o evitarse, con USA, el mismo que ha determinado, si o si, nuestra historia reciente, tan solo ver la cantidad de migrantes mexicanos en USA y que han representado un “valor” en sí mismos, para la economía nacional, ¿a qué costo?, altísimo, pues se han “desintegrado” a las familias de los migrantes, digamos esto como lo más evidente, tu mama, con su tesis de Antropología, trato “algo” sobre este tema tan importante,…, ¿para qué te cuento de esto?,…, para que comprendas que cada tiempo o generación que va surgiendo, va teniendo sus propios “paradigmas” o temas importantes, desde los Milenials (tu mama y tus tíos), han tenido sus retos y temas que han tenido que enfrentar, si o si,…, y tu generación, la “Z”, hoy tiene sus grandes y enormes retos, sin dudar,…

Esto ¿abona hijo a tu ansiedad?, quisiera que no, antes lo contrario, quisiera que ustedes, su generación, se enfrentan a esta “cosa” mixteada, “mezclada”, de generaciones como las nuestras, los Baby boomers, con “características culturales” realmente muy ajenas a la realidad actual, hoy es evidente que ustedes ya dominan cantidad de aparatos modernos digitales, y que hoy la “comunicación” o información es híper rápida (5G), que los fenómenos o hechos que acontecen en algún país lejano a México, “repercuten” muy rápidamente hacia México, a nuestra economía doméstica, hoy el conflicto Ucrania-Rusia, viene impactando a todo el mundo, empezando con Europa y prácticamente todas las regiones del mundo,…, ¿preocupante?, caray, sin duda cabe, pero como digamos “alguien” diría: “no te preocupes, ocúpate”, los jóvenes, las nuevas generaciones, ustedes y sus hijos, enfrentaran esta cantidad de “cosas”, retos y problemática, y claro que me gustaría no “cargarte” de estas presiones innecesariamente, tan joven tú,…

Cada ser humano, traemos una determinada “problemática”, inherente a nuestra condición propia, particular, a nuestro entorno familiar (de dónde venimos), los “valores o devalores” que poseamos, por herencia, por imitación de patrones, etc etc., se claramente tu situación hijo,…, y hubiera yo querido ser un baluarte de abuelo (como aquel que tuve en mi abuelo José), pero no fue así, mis “carencias” me llevaron a equivocarme “bastante” y desde ese entorno, hicimos una familia no tradicional (desde su creación), pues casi no contamos con “cercanía”, con un apoyo demasiado estrecho de la familia “materna”, y tu madre, Nalle, mis respetos y reconocimiento a su labor, ha ido consolidando un “vinculo”, una familia con solo 2 personas, tú y ella y nosotros como visores tan solo, ha sido muy valiente ella en ese sentido, y ha aprendido a crecer ella sola prácticamente, ¿concluye ya su tarea?, creo que no, los padres, aun con deficiencias muy notables (que yo mismo reconozco poseer, en esta especie de mutismo que “evita” la comunicación indispensable directa con quien debería llevarla a cabo), buscamos “algo” darnos a entender, es mi afán pues en estos escritos, una especie de “mea culpa” abierta, clara, ¿para ser disculpado o perdonado?, no necesariamente, sino para buscar definir una cierta respuesta que pudiera erigirse para la pregunta: ¿de dónde yo provengo, como estas condiciones me crearon esta vivencia o percepción de la vida?, a manera de respuesta pretendo pues estas líneas,…, ojala mijo puedan dar cierta orientación al respecto,…, y quisiera aquí citar un escrito que a mí me cambio el “chip” en una crisis existencial o depresión profunda, se llama el escrito, “Las heridas emocionales”,…, el cual transcribo,…, nota, los remarcados son míos, no venían en el original,…

LAS HERIDAS EMOCIONALES

(Guillermo F. Batarse)

Mucha gente asegura que el tiempo sana la mayoría de las heridas emocionales. Sin embargo, no es el transcurrir pasivo del tiempo, el factor determinante en la cicatrización de muchas de estas heridas. Se trata más bien de un proceso natural de nuestra maquinaria emocional, que tiene un poder automático de recuperación mayor de lo que generalmente pensamos. Por supuesto, en determinadas circunstancias, hay mucho que podemos hacer para sanar las heridas emocionales, cuando nos ayudamos del poder automático de recuperación.

El individúo tiene naturalmente un amplio poder para curar sus heridas emocionales. Eso no quiere decir que haya magia dentro de nosotros mismos. Las heridas emocionales son como las físicas: debemos de atenderlas. Si usamos las estrategias adecuadas y empleamos los recursos pertinentes, tenemos posibilidad de encontrar la curación. Nadie de fuera puede curar nuestras heridas emocionales, ni podemos encontrar soluciones instantáneas para anestesiar el dolor en los libros y los métodos.

La curación de las heridas emocionales depende de nuestra disposición para cambiar de actitudes y revalorar conceptos, es entonces que nuestro poder automático de recuperación se puede volver a funcionar. Las heridas emocionales van cicatrizando cuando damos otras interpretaciones a la realidad, cuando tenemos paciencia para experimentar el dolor, y cuando encontramos la suficiente fuerza para crear poder a través de la misma adversidad.

Poner el mundo en una perspectiva diferente, es vital para recuperarnos emocionalmente. Para lograrlo, quizás sea conveniente hacernos nuevas preguntas y dejar atrás las que ya fueron contestadas o no tienen contestación. Las nuevas interrogantes que nos hacemos cuando sufrimos, constituyen un ataque frontal a las heridas; es el principio de la recuperación. La capacidad interior que ya tenemos para cicatrizar las heridas, se potencializa con la transvaluación de conceptos.

Curar las heridas emocionales requiere un considerable esfuerzo. Hemos de intentar lo imposible; hemos de pensar lo impensable. Hemos de tratar de hacer nuevas cosas, de encontrar nuevas fuentes de gozo. Es necesario que exploremos nuevas ideas y que busquemos otros méritos. Sólo a través de ello, podemos depurar una técnica para enfrentar el dolor cuando sobreviene. El requisito para curar las heridas emocionales, es que comprendamos los sentimientos que las acompañan y producen.

¿Cómo es una persona feliz? ¿Acaso es simplemente alguien inmerso en un conjunto de circunstancias? No, la persona feliz es más bien un conjunto de actitudes, las cuales se transforman con la experiencia. Y para curar las heridas emocionales es crucial un cambio de actitud. Nunca podemos volver al pasado, al tiempo antes de que ocurrieran las heridas. La actitud activa, mediante la cual se inicia y no solamente se reacciona, es la verdadera virtud. Tal actitud no alberga la ilusión de la invulnerabilidad, pero tampoco contiene el temor a experimentar o a equivocarse.

En general, encontramos que somos más duros ante las heridas emocionales de lo que habitualmente pensamos. La vida significa vulnerabilidad y una señal de inmadurez es tratar de evitarla.

No podemos buscar una vacuna contra las heridas emocionales, pero si aceptamos que no somos invulnerables, nos ponemos en el camino de la recuperación. Cuando experimentamos el dolor, hay que tener paciencia. La dureza no se mide en términos de nuestra negación del sufrimiento, sino por la disposición que mostremos para aceptarlo como una parte integral de la existencia.

Para comenzar a recuperarnos emocionalmente, tenemos que empezar por revisar nuestras limitaciones. Hay muchas que son inherentes a toda la familia humana y otras que nos son peculiares. Luego, hay que aceptar la idea, aunque por el momento sólo sea teórica, que podemos hacer algo para cicatrizar las heridas emocionales. Lo mejor de este mundo es que la mayoría de las situaciones y circunstancias que causan el dolor moral, dependen de nosotros mismos. Las verdaderas causas de la infelicidad dependen de factores emocionales que podemos aniquilar con nuestro poder. Una expresión de este poder es conseguir la suficiente sabiduría para establecer la frontera entre lo que podemos y no podemos cambiar.

El mundo no es simplemente bueno o malo, moral o inmoral, negro o blanco; no está compuesto de polaridades, simplemente, es una maravilla.

Debemos de cuidarnos de no excedernos en nuestras posibilidades y limitaciones. La causa real de la insatisfacción emocional siempre está dentro de nosotros mismos.

Si no podemos cambiar al mundo que tenemos que enfrentar y ello nos causa heridas emocionales, es tiempo de cambiar de actitudes y de darle otra interpretación a la realidad.

Hasta aquí, ojala este aporte te sea muy útil,…, felicidades Aarón Aleph,…, mi nieto primero,…