Hay un gran sentido y percepción de que las guerras y las crisis
mundiales, son “buenas”, que solo a través de ellas, el ser humano puede
crecer, se cree fehacientemente que solo con ello, el ser humano puede salir de
su espacio de confort, que no es por las buenas que va a crecer y desarrollarse,
sino que es a través tan solo, de estos periodos y etapas criticas y dolorosas,
se acuña la frase: “el dolor es la piedra angular del crecimiento”, entonces también desde allí, se puede extrapolar
de manera simplista y justificar las guerras, las masacres, las hambrunas y
todo tipo de crisis en general, así vistas, se consideran estas, como el gran
generador o motor de “oportunidades” de desarrollo, y si lo son, pero solo para
unos cuantos, se dice, “a rio revuelto, ganancia de pescadores”, la otra gran
parte de la población, sentirán en carne viva, dicha crisis, en ellos se cebara
y se alimentara la misma, millones de seres, serán asediados por el hambre, la
carencia, la injusticia, mientras solo algunos pocos, estarán lucrando
felizmente con esta desdicha colectiva.
Ya los griegos tenían esta dicotomía muy clara, los espartanos eran
educados en una disciplina férrea, al límite, en un ambiente feroz y guerrero, porque se tenía la firme
convicción de que solo los más fuertes debían sobrevivir, el miedo, el temor,
no era una opción, y este condicionamiento no era algo que empezaran a ejercer
a cierta edad o por una situación determinada, era desde la cuna, y fue así
como entonces ellos, lograron ser unos de los guerreros más terribles de que se
tenga memoria en la historia humana. Y
contrariamente a esta educación y cultura de los espartanos, los atenienses se
desarrollaron hacia la vertiente de la filosofía, la cultura, las artes, las
ciencias, todas de una manera significativa, misma cultura que ahora todavía está
entre nosotros en los preceptos morales, éticos, de la ciencia, pero sin lugar
a dudas, las dos culturas, han podido dejar una profunda huella en la historia
del mundo, aunque con justicia, mas los
atenienses que los espartanos.
Hay infinidad de teorías que dan el visto bueno a la violencia, a las
guerras, los genocidios, las enfermedades; como medios ideales para controlar
la sobrepoblación mundial, Malthus, solo para dar un ejemplo, ahora en la
actualidad Lagarde, la líder del FMI, menciona de la gran carga económica que
representan los ancianos para la comunidad mundial occidental y en este mismo
tenor andan considerando la eutanasia, el aborto, la clonación y todos estos
temas se van coligando y empiezan a ser parte del inconsciente colectivo (la
población lo ve como un lugar común y se insensibiliza, ya no es algo que no se
pueda tolerar, es más bien un lugar común), al irlos asimilando de esta manera,
sin dolor, van resultando conclusiones que eran impensables hace unas décadas:
- Las crisis son buenas, para reducir a la
población mundial y para depurarla.
- Se debe acabar con los eslabones más
débiles de nuestra sociedad, no es malo, es benéfico.
- Se incentiva la creatividad, al salir del
espacio de confort.
Donde quizás solo la última, no represente una amenaza para la vida,
pero ya en el conjunto, el esquema todo puede parecer sofista, premisas
positivas con negativas mezcladas. Sin embargo, todas ellas en conjunto, muchos
pueden considerarlas, admitirlas y verlas con muy buenos ojos (hay chistes en
la red que colocan a una persona muy sui generis, digamos aberrante o
extravagante de algún modo, y colocan la nota: cástrenlos, antes de que se
reproduzcan y ello se considera sumamente gracioso, siendo que es terriblemente
denigrante y lesivo para cualquier ser humano), realmente llegar a considerarse
que solo con estas bases, es como habrá de desarrollarse nuestra sociedad, es
de una simpleza aterradora, todas las crisis y guerras a favor de este
genocidio entendido y aceptado, los buenos contra los aberrados. Esta óptica,
de que las crisis son benéficas, no coloca con justicia y humanidad, en la
balanza, las vidas humanas que serán inmoladas, esto lo ven como algo menor e hiper
necesario y contingente, muy normal, natural y lógico. Es claro que en plena
era moderna, vemos todavía el cromañón batiendo la roca sobre su congénere,
para poder apoderarse de sus pertenencias.
¿Puede un mundo moderno y civilizado concebirse, sin tener que pagar el
alto precio del desarrollo, los más de pauperizados, los más débiles?
¿Nos resulta imposible equidistar la justicia en cualquier lugar del
planeta, para evitar los éxodos
inhumanos de nuestros hermanos?
¿Podríamos crear una economía realmente mundial y no sectaria, para
atacar los grandes flagelos de nuestro mundo actual?
Considero, en mi escuálida opinión, que es solo a través de una
sociedad mundial, armónica y pacifica es que se habrán de dar las condiciones
para transformar positivamente a nuestro mundo, es allí que:
Ø El
ser humano podría sentirse libre para ser creativo.
Ø Podrá
dar mayor y mejor calidad de amor y tiempo a su familia.
Ø Podrá
educarse y cultivarse.
Ø Tendrá
un mayor esparcimiento.
Todos estos supuestos, claro que tendrían que irse formulando y
desarrollarse, no se dan de la noche a la mañana y por decreto, además todos llevados
a nivel mundial y prácticamente sin fronteras, nada que ver con las promesas
del capitalismo, porque aquí se considera la vida humana como el principal
valor y no la plusvalía o el valor del dinero.
Lo anterior no necesariamente es una utopía, hay muchos datos que nos
pueden indicar que ya hay visos o trazos claros de esta comunidad mundial incipiente,
aunque muchos de ellos si cierto han sido sectarios y en algunos casos, no por
razones muy éticas o humanitarias:
- Las leyes de carácter internacional que se
han emitido desde organismos mundiales como la ONU, para la defensa de los
niños, del medio ambiente, etc.
- Los convenios y los tratados
internacionales entre países de una zona o región, principalmente
comerciales o de asistencia.
- Los Fondos Internacionales, que igualmente
pueden transferir apoyos a distintos países en condiciones especiales.
Esto claramente, establece que si hay un compromiso o tendencia de los países
a agruparse en pro de algo que pueda ser de su interés y valida la posibilidad
de la propuesta que se plantea aquí, ¿es factible aglutinar a todas las
naciones en una comunidad mundial?, si es posible, aunque ahorita haya barreras
terriblemente infranqueables, enormes, que deben ser abatidas: la intolerancia
de muchas formas, las creencias dogmaticas, la xenofobia, los grandes intereses
dominantes del mundo, etc.
Entonces, concluyendo.
¿Violencia o paz?, En nuestro mundo moderno, humanista, no puede darse
tregua a la posibilidad de que la fuerza sea el vector gestor de nuestra
comunidad mundial, misma que ya no es una opción, sino que es algo que se va
dando, caminamos hacia allá indeciblemente, en nosotros esta la forma en que
habremos de llegar, los machos y hembras alfa solamente o ¿todos juntos?.