del sueño dulce,..
Pudiera abrir a mis oídos,.., al tierno clamor que me reclama,..
un niño,.., una niña,..
Solicitar de mi su atención en un juego,.., en una travesura,..
verle, apreciarle,.., degustar este escenario y las risas,..
Pudiera doblegar a mi orgullo un tanto,..
para permitirle al contrario un argumento cierto,.., franco,..
no soberbio,.., y comprenderle,..
Pudiera darme un tiempo perentorio de paz, de calma,..
bajar tanta angustia y pesar,.., por el hermano humano,..
yo mismo,..
Que carentes somos de la gracia,.., del buen amor,..
ausentes de la bondad de nuestra alma,.., distanciados,.., casi siempre,..
Al fin humanos pues,..
vegetamos como lechugas,.., sin casi nada alcanzar,..
De la altura que nos demanda el alma,..
la integridad,.., el amor sin poseer,..
sin control ni sumisión, el vasallaje,.., el dominio,.., la tutela,..
Que pobres somos,..
que para querer vivir a tope,.., lo deseamos,.., lo anhelamos,..
poseer,.., es mía,.., mio,.., me pertenece,..
Que fútil,.., que banal,..
así vivimos y morimos,.., sin nada comprender,..
del amor,.., oh,...
