viernes, 19 de enero de 2024

Símbolos,...

Busque definir un tanto el concepto y le pregunte a una persona, ¿cómo definiría el concepto? Y ciertamente coincido en su definición, de que era “algo” como un icono, un emblema que claramente significara algo, que con solo ello se podría saber acerca de ello, casi sin necesidad de preguntar o cuestionar, que tan solo al verlo, se sabría claramente de que se trata,…, de acuerdo e inclusive me dio un ejemplo de sincretismo (unión de 2 símbolos), una bandera mexicana (símbolo de nación) y unos santos (mexicanos obvio), envueltos en ella, muy de acuerdo, inclusive se ha dicho que la Virgen de Guadalupe es un sincretismo que a la fecha, “une”, integra, a las creencias anteriores a la conquista, unidas con la fe en la “madre del salvador”, esto es María, pero que en México vendría a ser la Guadalupana, luego entonces, la diosa Azteca con la madre María de Guadalupe, sincretismo puro,…, pero mi concepto (que deseo expresar) va más allá de estos simbolismos evidentes y “tomo” licencia para ampliar esta cobertura, y considero a priori que el “tema” es mucho mas amplio y abarca cantidad de significados o tendencias que el ser humano (el tropo humano) abarca, el crea o construye para darle un sentido a su vida toda, son pues los símbolos los que directamente nos conducen, nos dan todo el sentido, el “timing”, el “poder” volitivo y casi todas las pasiones y los quehaceres humanos están “sujetos” a este simbolismo “amorfo”, “indefinido” que en verdad nos gobierna sin apenas darnos cuenta, el símbolo por ejemplo del “trabajo”, que nos marca que debemos “hacerlo” y que ello está muy bien y tiene una prioridad sobre casi cualquier cosa que pudiera ser significante,…, decía “alguien” que llegue a conocer: “soy un borracho, lo sé (de menos lo aceptaba), pero nunca, nunca falto al trabajo”, de tal suerte que la persona podría hacer casi cualquier cosa “indebida”, pero era muy “responsable”, o sea el poder simbólico era mucho mayor que cualquier otra deficiencia moral o ética que tuviera el personaje, el no faltar a la chamba, validaba casi cualquier cosa,…, era pues “aprobado” su ser, su existencia, al solo hecho de que no faltara a su chamba,…, otros simbolismos vendrían a ser el tema del “dinero”, este asimilado por prácticamente todo el mundo, “¿tienes dinero?, vales como persona en la sociedad, ¿no tienes dinero?, no vales para la sociedad y eres pues desechable = no vales”, y esto ¿por qué?, porque el mismo se ha hecho un parámetro (medida) del “éxito”, del buen juicio y de la “calidad” o probidad de una “buena” vida y útil,…, y esta creencia pareciera estar troquelada en nuestra creencia valorativa de los seres humanos que conviven con nosotros, en nuestro entorno cercano, próximo o lejano, pero hay “cantidad” de simbolismos que se “construyen” y delimitan nuestra “cualificación” de los seres que nos rodean, cantidad, el “simbolismo” de la belleza = patrón definido por los mercaderes de esta misma, casi que cualquier “cosa” que de poder (ilusión de), de estatus, de certeza, de “estar bien”, se “convierte” en algo simbólico que básicamente “induce” al ser humano a un comportamiento que no es necesariamente propio sino que es impuesto por un “alguien” indefinido pero que tiene una voz y un mando poderoso que no puede evitar o no escuchar y claro que al final, no seguir, TIENE QUE HACERLO.

Por solo justicia, habría que buscar “liberarse” de estas cadenas simbólicas que casi siempre nos “devalorizan” como seres humanos, con valor ya inherente, “per se”, intrínseco, porque por el simple hecho de “existir”, el ser humano ya “vale” como ser que debe ser cuidado, protegido y a la vez ser escuchado y tomado en cuenta, y permitirle su expresión, el ser escuchada su voz, sus necesidades, para buscar su resolución o bien que “el (o ella)”, pudiera entender (comprender) que limitantes pudiera haber en su exigencia y en su solución, pero bases éticas, sustentadas en valores ciertos (no falsos), universales y no argumentación maniquea, degradante o que “sirve” a poderes de sujeción o de control (difícil escapar de esta figura).

Bueno hasta aquí estos esbozos, abrazos mi gente.