ellas le esculpen,…
Y ellas nos resuelven todo, la vida y su falta,…, la justicia
y su castigo,…, como Dostoievski decía,…
Ambivalentes estructuras,…, de procaces dimensiones
que “pretenden” dimensionar el alma y darle forma,…
¿Es que acaso el alma, puede colocarse en una gradilla,…
con cierta distancia,.., retícula?,..
¿Darle un cierto color y sus diálogos?,…, ¿puede darselos?,…
¿puede abrazar al alma,…, puede acariciarla,…
darle un sentido y una razón, puede?,…
¿Esta nos establece un intercambio justo o injusto,…
un sano equilibrio?,…
no hay ninguna agenda preconcebida,….
una larga lista de porques y de preguntas por contestar,…
de resolver,..
Es el alma libre,…, y no puede ser sujeta de ninguna entelequia,…
ningún argumento puede sujetarla,…, delimitarle,…
incitarle,…, ¡doblégate,…, ríndete,…, se libre ahora!,…
Ella es libre, que nos rebasa,…
ella no obedece a mandatos, a lógica racional o irracional,..
a retorica madura,…, o a silogismos conjugados, yuxtapuestos,…
a refranes o dichos,…, a manzanas o a mirlos,…
No carece de nada,…., ella solo es,…, existe como energía
que no puede nunca contenerse,…, perfilarse,…