para que una mujer, voluntariamente se desnude?,…
ante unos ojos,…
¿Tener el coraje para hacerlo?,….
rebasar todas sus inseguridades,…
todas las preguntas que no externa,..
Acaso, ¿le gustarán mis ojos asombrados, inseguros, temerosos,…
que delatan mis temores?,..
¿mi cara angustiante, mi duda que se asoma por mis ojos?,…
¿Mi cuerpo rollizo en algunas partes o secciones?,..
¿el tono de mi piel, mi textura?,…
¿Mi sonrisa nerviosa enmarcada en todo ello?,…
¿le gustare?,…, ¿le agradare?,…
¿seré su amor, su gracia, su sueño?,…
¿Mi voluptuosidad será gratificada, reconocida, aceptada?,…
¿seré enaltecida o degradada?,…
¿seré la razón de un amor, de su pasión, de ambas cosas?,…
La mujer cuando se desnuda, no solo deja caer todas sus prendas,…
ella abre todos sus laberintos,…, sus sinuosidades manifiestas,…
o aquellas reservadas, tan sólo para uno, quizás,…
Aquel que logre, pueda saberse impresionado gratamente,…
agradecido ciertamente,…, de aproximarse a su grado de intimidad,…
a la seducción vorágine de su alma y de su cuerpo conjuntado,…
con su alma, con su pasión,…, y el rebase de sus temores,..
la proximidad permitida, acariciada,…, anhelada desde su
creación, primigenia,…
