(una disertación)
El “valor”, el real valor,…, creo,..
no es una impostura de arrogancia,…
o un ver de menos a los incautos, a los torpes,..
“derribar” poder, a todos, masacrarles,…, y no dejarles ni un ápice
de orgullo,…, o de respeto,…
denigrarlos,…
El valor es, que a pesar de un sensible miedo, del no saber,
del no poder calcular a ciencia cierta,
o de preveer las “cosas”, ellas pues se hacen, se intentan,..
y quizás con solo un mendrugo de cierta fe de que resulten,…
y hacerlas pues, sin saber si el resultado es el que se quiere, se desea,…
que sucederá,…
Y no se sabe realmente lo que ha de pasar en el futuro,..
ello en realidad, no se sabe,..
y la incertidumbre es ominosa, grandiosa,…
pero aun con todo en contra, se hace, se intenta,…
una vez y otra vez,…
y el valor no se desintegra, no se gasta o se agota,…, no se extingue,..
y se hace más fuerte, pues la voluntad le lleva,…, le ejercita,…
Si te digo, afirmo que mañana es primavera,…
o que llega el invierno y han de marchitarse todas las hojas,…
y que no ha de florecer ninguna flor,…, ninguna,…
Y que el frio abrazador él nos congela,.., por favor, no me creas, no te aflijas,…
no me creas si desahucio todas las auroras boreales, las margaritas,…
y que derrumbo todos los amaneceres,…
y que afirmo, que se acabó el amor,…
en verdad, por favor, no me creas nada,…
o casi nada,…
Yo a veces,…, yo mismo no me creo,…, tengo “dudas” acerca de mí mismo,…
y de mis estados, variables,…, volubles,…, de las “consejas” de mis pares,…
y de los pronósticos: “hoy no llueve”,…
La vida en verdad, es impredecible,…
y en verdad que como criaturas,…, no sabemos,…, casi nada,…
que todo es transicional,…, que poco es permanente, si queremos,…
si atesoramos “recuerdos”, ay de nosotros cuales queramos “resguardar”,…, proteger,…
cuales retomaremos cada vez, con insistencia, con templanza,…
con justicia, con bondad,..
Entonces, por favor,…, no me creas, duda acerca de tanto de mí,…
por favor,…
