Los dos objetos “reales”, en verdad si existen, pero por el efecto del reflejo del vidrio o espejo, la imagen “real” A, se “proyecta” hacia el objeto “real” B, esto es se sobrepone y el observador que ve el objeto real B, “integra” ambas imágenes u objetos, pensando que están “integradas”, y sin embargo una de ellas (la A), solo es reflejada en la otra.
La “alegoría” de la Caverna, al leerla, y “algo” entenderla, me impacto realmente, me hizo cambiar a fondo mi perspectiva de las “cosas” en general, pero este asunto de la falsa perspectiva (la que presento en el esquema), llamo mucho mi atención recientemente y me ha permitido “jugar” con los conceptos de “falsa perspectiva”, conllevando los siguientes hechos posibles de este fenómeno, proyectados en otros ámbitos;
Como proyectamos “cosas” sobre otras y las fusionamos como si fueran correspondientes, en el ejemplo, podríamos pensar que el auto en este caso “destella” una luz, cosa que en realidad eso no sucede, que una cosa, el destello, pertenece a otro objeto y que no son necesariamente correspondientes uno con el otro, NO HAY CORRELACION, lograr hacer la separación de lo que se aprecia, requiere muchas veces, de un gran sentido crítico y observador para diferenciarlas y darse uno cuenta que no corresponden uno con otro y que más bien caería en el terreno del espejismo, se está “viendo” algo que en realidad no existe, es imposible que ambas cosas u objetos, estén integradas y solo es mi falta de percepción, la que puede integrarlas.
El rigor, la mesura, el buscar delimitar con precisión, quizás nos permitirá un tanto de sanidad y “sano juicio” para realmente “ponderar” los objetos y sujetos de nuestro entorno.
