jueves, 31 de agosto de 2017

Humanos,..

Me da risa (ciertamente me burlo, sorry,..)
de que soy tan flaco,.., tan débil,..
que podría resbalarme con una cascara de maní,..
en mi “plató”,.., y purrum,.., se acabó la escena, el escenario ya cerró,..

Toda mi perorata,.., mi orgullo pedante, maniqueo,.., allí concluye,..
en un pequeño tris,…

Que pobre,.., que pequeño es el ser humano,..
¿quién le dijo que era grande?,.., a, si,.., un mentiroso,…

Si nada más habría que verle sus alcances,..
de pequeño,.., no podría amarrar las agujetas de sus zapatos,..
y de grande,.., ya muy viejo,.., tampoco no,..

Solo su orgullo,.., parece que se engloba más y más,..

Y nos damos el “lujo” de la indignidad,.., “no me hables,..
soy de acero, mis oídos ya son sellados para tu voz”,..

Vaya,.., vaya,.., que pobres en realidad si somos,..
ingenuos, naifs,.., perdidos, extraviados,..
pequeños seres humanos,..
abracémonos ya,.., y dejemos de retobar,..


Puntos suspensivos,..

Iré adjunto,.., quizás sujeto a tus rodillas,..
como cuando era muy pequeño,.., y que tanto miedo yo tenía,..

Tan solo de la obscuridad,.., del silencio,.., de esa afiebrada
imaginación mía extraviada,.., incontrolable,..

Que yo buscaba tus cálidos brazos,.., tus palabras,.., tu mirada,..
artes,.., piezas,.., que han construido el enorme edificio de mi interioridad,..

Que me han forzado a esto y más,.., poder expresar,.., explayar,..

¿Pudiera detenerlo?,.., creo que solo la muerte habrá de acallarme,..
pondrá el punto final y no más puntos suspensivos,..


Evocación de,…

Ha de ser difícil sino es que imposible,..
plantar duraznos en un parque de ciruelas,..
belleza de titiritero,.., mi tierna, codorniz pequeña,..

Ha de ser que en la luna de aguas de este Agosto,..
en que yo habré de recordarte,.., mi minúscula,.., mi pequeña,..
delirante un tiempo,…, extraviada a ratos,.., dubitante,..

En este juego de palabras,.., que tan solo buscan evocarte,..
enfocar a mis ojos,.., a mi espíritu,.., sobre aquella tu silueta,
que pudiera haberte delineado,.., ella descrito,..

Quizás un tanto meditando,.., circunspecta,.., interrogando
al tiempo, al vacío,.., queriendo el “sabernos”,..

Que donde estábamos,.., en que radicábamos,.., cuales eran
nuestros bríos,.., nuestras acequias,.., las manzanas que buscábamos,..

Oh, tu vagas en serio tan ampliamente en los recovecos de mi memoria,..
que no pudiera presentir ya tu ausencia, el cómo se perdieran,..
tus bendiciones,.., esas que siempre me entregabas,..
a manera de decirme,.., cuídate,…, cuídate,..

Belleza espiritual que yo guardo,.., atesoro,..
seguiré versando,.., ¿hasta cuándo?,.., no sé yo,..
¿necesario es saberlo?,.., creo es que no,..

La muerte, ella siempre habrá de sorprendernos,..
como a las gaviotas,.., tiernas aves que no saben,..
el final de su vuelo,…


Vida,..

Es que ahora es, mi luna tenue,..
dilatada,.., aquietada,..
ella es ahora,.., en allende el mar,..

Y es que esta borrasca incesante,..
ella forja todo un río, que camina hacia el mar,..

Y ella es un fuerte latido trepidante,..
ella también puede ser, un gemido imperceptible,..
o ella es, una aurora boreal,..

Créeme,..
en verdad que vaga mi sombra buscando
a tus pasos,..

En caminos fríos o soleados,..
rectos o zigzagueantes,..
reptantes,.., sinuosos,…

Y el Cristo en su madero, nada más silente,..
me observa,..

Y yo clamo, le reclamo,.., ¿por qué?,..
nada me dice,.., ¿pudiera un madero algo poder decir?,..

Sobre la sociedad imperfecta,..
sobre Pedro la gaviota,..
sobre un pequeño nido en un zorzal,..

Las aves que vuelan,.., que pululan,..
otras que fenecen en el juncal,..
y ya no están,..

Los ríos de vida,.., emergiendo,..
desde las cenizas todas, ocres,.., tierra,..

¿Cómo pues, desde dónde la vida?,..
esa que ella emerge,.., sin nadie solicitar,..

¿En dónde pudiera estar,..
el repositorio de las almas?,..

Ah,…, y queda todo en silencio,..
algo existe más allá de mi comprensión,..