viernes, 21 de septiembre de 2018

Cuando se es débil,.., derrotado,..


Es quizás desde la muerte, de una sensible derrota,.., que se presenta,..
un ligero atisbo,.., de verdad,.., de fidelidad con todo,..

La vida,.., su frugalidad y su paso,.., el destino que nos concluye,.., la muerte,..
el silencio,..

Es quizás cuando nos damos cuenta,…, de lo precarios que podemos ser,..
que solo estamos de paso,.., solo de paso,..

Que acaso algo podremos haber existido,…
que habremos sembrado algunos recuerdos,..
unos hermosos,.., bonitos,.., y otros horrendos,.., terribles,..

Porque así es el ser humano,.., se presenta ambi diestro el condenado,..

En ratos,.., es sublime,.., anhelante de todo,.., de amor,.., de bondad,.., de cariño,..
y en otros momentos,.., es egoísta,.., envidioso,.., mentiroso,…, y algo más,..

Solo un milagro hace que no nos volvamos asesinos,.., violadores,.., depredadores,..
o victimas eternos,.., interminables,.., cruentos,…, mal sanos por todos los lados,..
y podemos ejercer algo de voluntad para modificarnos,.., exculparnos,..
y que no nos ciegue la ira,.., el dolor y el deseo de venganza,..
solo por eso,.., solo por eso,..



Los tráileres de la muerte,..


Estuve enfermo dos días creo y nadie se enteró,..,
ni yo mismo siquiera,.., apenas me doy cuenta de ello,.., vaya cosa,..

Y estas líneas van en ese sentido,.., cuanto desamor podemos tener,..
los mexicanos somos eso,.., proclives al dolor, a la pena reiterada,.
consuetudinaria,.., estamos tan acostumbrados al horror,..

Recién los tráileres de la muerte,..
300 a 400 muertos que no se sabe quiénes fueron,..
abandonados como si fueran una pila de despojos,..

Cierto es que el ser humano cuando muere ya no siente,..
pero los que estamos vivos deberíamos algo sentir,..

Entrevistan a la persona encargada
y no cavila la indignación que se contiene,.., titánica casi,..
y noc noc,.., no hay respuesta,.., solo la realidad cruda,..
“ya se llevan dos años apilando los cadáveres”,..

Eso somos, ni modus,.., debemos partir de ese hecho cotidiano,..
estamos acostumbrados al horror, al dolor,.., a la peor ignominia,..

¿Cuantas hijas nuestras se han perdido en el horror de la trata diversa, funesta?,..
¿cuántos de nuestros retoños, pequeños,.., no se han perdido entre las drogas?,..
¿cuántos de nuestros hijos no se han convertido en sicarios,.., dealers,..
repartiendo el veneno?,..

¿Cuánto hemos soportado y tolerado gobiernos genocidas, terribles?,..
Peñita y todos los anteriores,.., todos fueron unos desgraciados,..

Casi que “castigarlos” se hace algo necesario, indispensable para algo recuperar
de valor y de indignación,.., que los políticos sepan que el pueblo está harto de tanto
ladrón y prepotente,.., divos de la peor ralea,.., que se sienten superiores,..

Son solo una notas, unos apuntes,.., abrazos conciudadanos,..