Los tiempos
distantes,
aúllan cual
voces,..
inmersos en riscos
de cañaverales,..
no se detienen,
caminan, caminan,..
Ellos nos traen
los colores,..
blancos, azules,
verdes y rojos,..
Desde la pureza
hasta el escarlata
de nuestras venas,..
¿Y las flores?,..
remembranzas de
colores,..
¿Llegará el
sol?,..
no hay
respuesta,..
solo la
pregunta,..
Los amores
adormecidos,
escuchando sus
voces,..
miran sus rostros
en el estanque,..
ya se enamoran,..
Es una imagen,..
ya quieren
tomarla,..
adelantan la
mano,..
ella se quiebra y
no se encuentra,..
Vaga el ser, ya
sin rostro,
pues no se
encuentra,..
Bendita soledad,..
que me provocas al
encuentro mío,..
se requiere
tanto,..
Poder pensar,
meditar, y reflexionar,..
Como por ejemplo,…
Varado en medio
del cielo,..
quedo un beso que
fue emitido,…
más nunca arribó, nunca llegó a su destino,…
y consecuentemente
no hubo respuesta,..
no se cimbraron ya
nuestras almas,..
quedaron tan
ausentes,..
una de la otra,..,
alejadas,.., abandonadas,..
Como es tan
necesario,..
tener que
abstraerme del maremágnum
de palabras,
opiniones y sentires,..
ya me pierdo,
validando,..
queriendo empatar,
cuestionando,
entendiendo y
comprendiendo,..
El otro ocupa a mi
espacio, mi disertación,..
ello absorbe mi
pensamiento,…
Es por tanto muy
sana la distancia,..
así también puedo
ver claramente,..
esa frontera tan
enorme entre tu alma,..
y la luz de tus
ojos, tu mirada,..
Elocuacidad,
locura, sonidos claros,..
se distorsiona el
tiempo,..
el cuerpo no
viaja, tan sólo la mente,..
espacios vacios,..
solo destellos a
la distancia,..
Así mis ojos dan
cuenta,..
no te perciben
estas tan escondida,..
se gesta un gran
vacío entre nosotros,..
A veces, puedo
ver,..
que la caridad
como clase de amor,..
nunca fue algo
suficiente,..
que eso que nos
dimos,..
nos hizo mudos
cómplices,..
ya que el amor
requiere de la empatía de las almas,..
mas que de los
cuerpos,..
las palabras,..,
los espacios y los tiempos,..
Nos enredamos en
ese juego perverso,..
que nos desvío
tanto nuestros pasos,..
ahora, la
distancia es tan grande,..
no importando que
hoy podamos escucharnos,..
ver tu silueta y
tú la mía,..
y hasta el poder
tocarnos,..
la distancia es de
eones de años luz,..
de nuestras
almas,..
¿Cuánta distancia
hay entre tu sueño y nada?,..
entre la luz de la
alborada y la negra noche entristecida,..
entre la languidez
de un tierno beso y despedida,..
entre el clamor de
la verdad y la injusticia,..
entre la luz de
tus bellos ojos y el crepitar,..
entre el murmullo
del aire y un torbellino,..
entre el rasar el
aire como proyectil,..
y quedar quieto
transido de dolor,..
entre la congoja y
el bello sueño tan sutil,..
entre la hermosa
vida y la peor barbaridad,..
Es solo un
instante, una inclinación,..
algo de fe, de
bella invocación,..
de postrarse un
poco,..
el declinar del
corazón,..
aquietar el alma,
derivar,..
Pero no perder,..
la fuerza vital
que nos conmueve,..
que nos lleva, que
levanta,..
un suspiro, una
oración,..
Una exclamación
súbita,..
quizás
clamando,.., musitando,..
profunda,..
Lagrima sentida,..
alma
distendante,..
vibrando
unisimamente,..
Con Dios
postrarse,..
entregar el
dolor,..
de hierro no
somos,…
de carne, huesos,
alma,..
vacilante como
vela,..
¿Cuánta dimensión?,..
lo que alcance mi
oración,..
que me permita el
caminar,..
otra vez soñar,..
y esperar,..
Otra vez confiar,…
volver a
sonreír,..
agradecer,…
seguir,..
en la distancia,..