Pareciera que más nada tuviera que decir,..
que se hubieran agotado todas las palabras pendientes por decir,..,
expresar,..
y que ya me encontrara vacío de pasajes,.., de recuerdos,.., de
significados
que no he podido descifrar,..
Pero no,.., apenas es que comienzo,..
pues tan solo me descuido un instante y afloran todas mis carencias,..
mis “flacuras”,..
Es tan terrible mi negación,.., que ella me comprime,..
me niego a aceptarla tan crudamente,.., tan real,.., tan nítida,..
que podría contornear todas sus caras,..
Pero si algo pudiera querer adelantar del juicio que me toca,..
debo empezarlo ya,.., y no diferirlo,.., pues ¿qué me gano?,..
¿no sentir dolor o pena?,.., ¿negarme lo que es tan evidente,
aceptar?,..
¿Es que acaso yo muero en cada nueva estrofa,.., donde allí se agotan
las golondrinas que quisieron viajar a tu pecho y llenarte de
murmullos,..
de canciones?,.., ellas, ¿dónde estarán?,.., ¿se encontraran?,..
¿Se perdieron en el camino incierto,.., se gravaron, se extraviaron?,..
¿acaso importa, o es que no te recuerdas?,.., es más,.., es que ¿se te
olvido?,..
¿todo paso sin pena ni gloria?,…
Este mi cuerpo macilento, de cuero viejo,
que refleja las señales de mil batallas perdidas,..
y del tiempo que ha migrado,.., que se ha ido,.., que se ha perdido,..
Y quizás si era tan cierto que nada merecía,..
que nada me habría devengado,..
ganado, ese mendrugo pequeño de mísero pan,..
de tu amor,.., de tu compañía, de tu compasión,..
de tu ternura,..
Y que no habría apostado más que por la miseria,..
que no habría más que recibido lo que me correspondía,..
con plena justicia,..
¿Podrás escuchar a las aves, cantar en tu ventana,..
recorrer raudas ellas en el cielo?,.., ¿ligeras?,..
y ver tachonar el cielo de rutilantes estrellas,..
Yo podría haber transitado por ese espacio,..
de camino leve,.., de camino suave,.., terso,..
dejarme llevar,.., discurrir,.., pero yo no quise,..
o mas bien,.., no pude,..
no podría negar la piedra de mi destino,..
¡Oh,.., perdóname!,..
