En verdad que
admiro a la gente que,…
puede tratar a
todos por igual,..
Que no hace
distingos y diferenciaciones,…
Yo así no soy,..
Es un pesado
defecto que llevo cargando,…
tantos años,…
Que temo habré de
morirme ya con él,…
Suelo pasar a la
gente por el tamiz de mis prejuicios,..
Y en verdad que no
pocas veces,..
me he equivocado
tanto,…, tanto,…
Que me he quedado
avergonzado igualmente,..
muchas veces,…
A mi me
impresionan muchas cosas,…
Que si el título,
que si el cargo,..
que sus dotes y
atributos,…
que su belleza,
sapiencia, su arte, su elocuencia,..
No soy equitativo,..
Carezco de esa
integridad,…
Entender y
comprender,..
algo que me
dijeron hace muchos años,..
“¿usted cree, que
porque sabe una letra más que yo,..
vale mas que yo?,…,
no mi señor,…, valemos lo mismo”,…
Suelo infatuarme
por esas calificaciones, ese tamiz,..
que disgrega a las
personas,..
¿Quién soy yo?,..
para determinar el
valor, por esos atributos,..
No cabe duda,…
es un grave
defecto,..
Que no por poco he
sido preso de reiteradas situaciones,..
en verdad tan
nefastas, terribles o lastimeras,..
Porque al haber
ese sentido distinto de valorar,..
guiado por los
prejuicios,..
me he asociado con
gente muy ruin,..
o al menos más egoísta
que yo,..
Y he perdido de mi
escenario,…
a gente muy
valiosa,..
por no saber
aquilatarlas,..