domingo, 23 de abril de 2023

Rebaño,...

Sucede pues,.., que se dice: “divide y vencerás”,…, y así como existen “leyes integradoras”, hay otras en contrario y creo esta es la básica, la primordial,…, “divide y vencerás”,…, si podría colocar un “axioma” básico del demon, del maligno, seria este precepto,…, la “piedra angular” de su reinado,…, ¿qué sistema o unidad debiera “defenderse” de su desintegración?,…, buena pregunta,…, en México lo tenemos claro con el “Malinchismo”, diciendo que es todo aquello que “traiciona” sus orígenes, sus tradiciones,…, sus raíces o sus bases,.., y a través de los años, los “preceptos”, las “creencias”, y ellas se van construyendo, generando fortalezas cuasi inexpugnables que se pretende, sean infranqueables,…, se generan pues estas “islas”, que igual pueden ser eruditas o imbéciles,…, todo es que el “líder” diga o señale una determinada dirección,…, y esta se dará,…, y se establece como un “marco” donde habrá de transitar el “rebaño” (creyentes, belivers), y se creara una parcela, un coto, un feudo, un reinado,…, con valores definidos por el emperador,…, ¿sabio o cínico,…, procaz o culto?,…, y el cual, no admitirá ninguna rebeldía en su control,…, faltaba más,…, el “pertenecer” viene acompañado de un cierto ritual, elaborado o no,…, y ¿por qué el hombre acepta esto?,…, y nadie pues quiere estar “loco”, en verdad, y pensar y sentirse “diferente”, pues ello es considerado un acto de locura,…, es quizás otro axioma que casi no se ve, no se aprecia,…, el “instinto del rebaño” nos jala, él nos gobierna,…, el ser humano creyéndose libre, en realidad fracasa en esta libertad,.., la cancela, por el miedo a la soledad, que casi le obliga a “pertenecer”,…, a quedarse entre los límites que se le imponen,…, seremos súbditos de una aldea, o de un caserío, de un feudo, o una patria,…, ¿o el mundo capitalista o socialista?, o ¿una determinada religión o filosofía?,…, ¡que desastre contranatura¡, seres moldeados según convenga, ¿a quienes?,…, seguro no a nuestros deseos, a nuestros reales anhelos o nuestras necesidades propias, individuales,…, y todo este “rollo” (no del Mar Muerto), ¿para qué?,…, para contravenir o contextualizar un tanto, el axioma básico principal; de “divide y vencerás”, pues este claramente nos lleva a la dilución del individuo, nos “convierte” en los seres amorfos sin ninguna claridad de prácticamente nada, no tenemos reticencias, ni creencias ni apetitos individuales, ni anhelos propios, sino todos ellos ajenos, prestados, que nos han impuesto,…, nos han convencido de “tenerlos” y de que es lo que realmente vale la pena, o sea, es valioso tener o poseer….

Hoy actualmente somos rehenes en esta sociedad, casi que no podemos sustraernos a este maremágnum de objetos y sujetos que van en una determinada dirección (que a “alguien” conviene), la filosofía es ciertamente superficial, “corta”, limitada, tiene que ser “expedita” “acorde” a un determinado precepto o causa, ¿y los gobiernos?, son solo los titiriteros que mueven sus hilos en esa determinada dirección, hacia esos intereses que no objetan, no contravienen, ¿por qué?,…, porque de hacerlo “perderían” su poder, su influencia, sus privilegios,…

¿Y los medios?, solo sirven a esos propósitos, a esa agenda,.., ¿y si no?, serán silenciados plenamente, los voceros o las voces discordantes,…, no tendrán cabida en este “mundo ideal” (“El mundo feliz” de Aldous Huxley), donde los individuos son enajenados, alienados con el recurso del “soma” (para “dormir”),…

¿Es el arte (cualquiera este sea), un “recurso” para la liberación individual del ser humano?,…

En verdad, lo creo, es el único que puede “integrar” al ser humano (en lo posible), pues es tan simple como, ¿me gusta o no me gusta?, ¿me agrada o algo me inquieta?, ¿me integra con los demás, y puede realmente agruparme con “alguien” (comunicar = empatizar)?, el “lenguaje” del alma, a través del arte, es una medida real revolucionaria, donde el individuo puede argumentar, decir lo que le venga en gana decir o cuestionar, no importando los cánones, las “corrientes”, del buen decir o comunicar,…, la academia,…, las diversas “escuelas”, la ética, la estética tal o cual,…, solo importa que cada vez el individuo vaya “mejorando” en su arte expresivo,…, que pueda ser más claro, más definido, ¿para quién?, claro que en principio para el mismo, y cuestionarse, ¿esto es lo que he querido realmente decir, manifestar, o aun me falta?,…

¿Cuándo acabara esto?,…

Creo, afortunadamente, que ello no tendrá un fin, estaremos pues en la palestra, en el escenario de ese mundo construido y deconstruido, tantas veces como sea necesario,…

Ya, abrazos,…