Paloma al norte,...

Y es que ella viene del sur,...

dice que va hacia el norte,...

y es que ya no encontró,...

más que promesas, sólo promesas,...

abjuró,...

Y es que allá habrá de encontrar,...

algo para aliviar su alma con un poco de pan,...

Quizás deba encontrar, el traducir un dolor,...

pintar sus flores con un nuevo color,...

más azul, más amarillo,..., más flor,..

Cenizas serán sus penas,...

aquí, allá, lo serán,...

Mas el tiempo, la distancia,...

si le abrió,...

una herida, una fractura a su espina,...

un dolor,...

Que se clavó en su corazón,...

y ya nunca más lo dejó,...

vuela, vuela palomita,...

llévale una canción,...

a su patria, a su gente,...

que no se le olvide su amor,...

Luz de mi noche,...

¿Y si la luna permeara entre vos?,...

y los silencios te alcanzaran,...

pudieras, podrías,...

¿elevarte en alto cielo?,..., rumorosa, gozosa,...

sumamente ¿dadivosa?,..

Alma plena de tantas vicisitudes yuxtapuestas,...

compuestas,..., contrapuestas,...

Aquellas que nos enfrentan a las almas muy medianas,..

insalobres, muy sin pena,...

Aquellas que se han mordido el rebozo,..

y que no levantan la mirada,...

y que se avergüenzan,.., les da algo de pena,...

El instinto, esa pulsión y que adolecen,...

y que quisieran cercenarlo y que no exista,...

se proyecte, exteriorice,..., nos ruborice,...

Ay hermosa, eres la luz en mi densa noche,...

tan monótona, tan sin sueños,...

Y es que los pájaros ya no hacen nido,...

ellos ya se han ido,... y no vuelven,...

Parece ser que han abandonado y ya no quieren devolverse,...

a este espacio, tan vacío,....

Es por ello que tu luz es como una aurora,...

resplandece tu sonrisa,..., es brillosa,...

Cálida y tierna en mi negra noche,...

tu la aluzas, en verdad que la deslumbras,...

Ya me callo,..., para no borrar esta sensación,...

este vibrato,..., de tu presencia en mi noche,...

Ven, acurrúcate al lado mío,...

llena mi espacio, que tengo frío,...

Ser o no ser,...

Siempre se me plantea, esta inquisición,..
esta disyuntiva,...

A mi al menos, siempre me provoca,...
la duplicidad del ser humano, su ambivalencia,..

Hay quien lo cataloga, como hipocresía,...
la doble moral que siempre permea,...

Esa posibilidad latente, entre el asesino tortuoso,..
el loco, y el ser tan inocente como un noble ser,...
como un cordero,...

Esa latencia, entre el imperioso instinto,...
y la licencia,..., la solicitud, la medida, el permiso,...

¿Cuantas veces?, ¿cada cuando?,...
deambulamos entre estas dos vertientes,...
¿y que tan válidas pueden ser?,...

La resistencia, el dejarse llevar por una de ellas,...
eso nos determina,...

Eros y tanatos,..., parece que se erigen,...

El eros, la creación, la fuerza, la energía primigenia,...
la básica, en verdad que puro instinto,...

Esa energía que nos llevará desde la caverna,...
hasta la enorme constelación de las estrellas,...
de las pléyades, hacia el tiempo infinito,...

Y tanatos, la muerte, el deterioro, la caída,...
pobre humanidad, ¿que sería?,...
sin la sabiduría de la muerte,...
que nos aniquila,..., nos acaba, nos mina, deteriora,...

Seríamos un cáncer acabándonos el universo,...
bendita muerte,..., que sólo nos permite,...
un breve espacio, una escasa vibración, una diatriba,...
un leve muro, una nimia pintura, una breve cultura,...

Ser o no ser,...

que breve polvo cósmico,...

que bueno es,....