sábado, 9 de enero de 2021

Oh,…, ocaso,…

¿Acaso el sol, se condensa en una fragua?,….
¿y la luna se posiciona en lugar del sol?,…
¿y si tus ojos, pudieran seguirme y luego observarme,…
que verían?,…

¿Acaso una voz cascada de palabras fracturadas?,…
¿un tañer de campanas dolientes que llaman?,….
¿una gota de recio, puede hacer un holocausto de manzanas?,…
¿o una piedra baldosa,…, podría ser una base?,…

Cuantas preguntas sin respuesta se agigantan con el tiempo y la distancia,…
y quizás algún día, ellas se pierdan, se diluyan,…



Plumbago,...

Esta mente de lata,…
de obscuros grises que van apagando las luces,…

Ese pesado obscuro y denso que se va apoderando de todo,…
que anquilosa sigiloso todos nuestros nervios,.., todos,…

La luz ya no se ve igual, los sonidos pierden su tono o musicalidad,…
acaso se perciben solo como murmullos,…
y las palabras se distienden, se deforman,…, se hacen filosas
no amables,.., pierden su musicalidad y su brillo y los ojos se van apagando,…

Las luces,…, y la amabilidad ya no se encuentra de ningún modo y tiempo,…
las estructuras mentales nos sujetan, nos atan como esclavos,…
como subordinados permanentes de las sombras y fantasmas,…

Ya no hay espontaneidad, ni gracia,…, solo un ruido atroz, insondable,…
un rudo misterio que atrapa cualquier atisbo de seguridad que tuviéramos,..
ya no hay certeza,…, caridad o amor,.., o perdón,…, y el cielo se vuelve plumbago,…