Y van pasando las horas, los minutos y los días,..
y heme aquí en este espacio vacío,..
hablando y meditando con aquellas luciérnagas,..
escuchando a los pasos del silencio,..
Y querer el comprender a las guacamayas,..
pretender que el mundo sigue igual, girando,.., girando,..
Y que nada realmente cambia tan ostensiblemente,..
tan solo un poco los escenarios y la percepción que de él tengamos,..
Y mis pasos,.., ellos, se vuelven más lentos, más largos,..
menos agitados,.., agrietados,..
Y es muy cierto que dormíamos con iguanas,..
con alguno que otro armadillo,.., un gato,.., una araña,..
y que no osaba el picarnos,.., porque nos temía,..
Eha pues,..
alucines de una mente desubicada,.., fantasiosa,..
me decías,..