Ciertamente que debo confesar un engaño, una trampa,..
que utilizo, uso el puente de la música,..
ella es mi puente,.., aquello que me proyecta,…
Ella me lleva de la mano a lugares soleados,.., melancólicos,..
dulces,.., tremendamente altos,.., sublimes,..
Otros espacios carentes de esperanza,.., desiertos estériles,..
de tanta precariedad,.., y a veces,.., de tanto gozo,..
Y otras veces canto,.., y otras lloro,.., y este no se puede parar,..
sigue,.., sigue,.., se vierte como un río,.., de fuente inagotable,..
por ello tanto escribo,.., y digo tanto,..
y quizás solo las flores puedan escucharme,..
o los heliotropos, mis fieles amigos,..
o una salamandra despistada,..
o una salamandra despistada,..