Hay eventos
que nos mueven, que nos marcan,
que nos
orientan o que nos pierden nuestro camino,
Llegué en
una fecha indeterminada, con unos cientos de pesos,
dos maletas,
cantidad de sentimientos tristes y melancólicos,..
arengándome
a sobrevivir, a resolver lo que se me venía presentando,.
nada
trascendente, la comida, el hospedaje, los pasajes, un empleo,..
de continuo
cuestionarme del abandono hacia mi gente, mis hijos,..
mi casa,..
Se siente
horriblemente la soledad y la culpa,
pesan como
bloques de cemento en el corazón, en el espíritu,..
¿por qué
llevar esta tortura?, ir hacia este extremo de la energía,
los músculos
del alma se tensan como las cuerdas de un violín,
o como las
de un arpa,…, entre la culpa, la nostalgia y la vida rota,..
Estuve una
noche en el hotel,
luego a
bregar con las maletas por el malecón,..
antes, ya
había buscado dejarlas encargadas en alguna casa,
solo se me
quedaban viendo y no comprendían
de donde
venía ese requerimiento,..
ellos no
sabían, no podían saberlo, que esas maletas
llevaban
todo lo que entonces poseía,..
Comprar unos
tacos para poder caminar y pensar,.
preguntar si
podía dejar mis maletas ha con ellos,..
aceptarlo y
ya sin una de ellas, sentirme más ligero,..
como suelto,
como libre,..
hablar por
teléfono a la casa de mis padres,..
solicitar su
ayuda para poder rehacer mi vida,..
unos
pesos,.., tan vitales en ese momento,..
accedieron a
enviármelo, pasarían un par de días
antes de que
llegara el dinero,
¿qué haría
mientras tanto?,
ya casi no
tenía ningún dinero,..
resolví
soportar sin comer lo mas que pudiera,
comprar lo
esencial,.., unas naranjas, un refresco, un atún,..
solo para no
desfallecer,..
quedarme en
el malecón a pernoctar,
con terrible
miedo,
ya que no
sabía si algo pudiera pasarme,..
un loco, un
asaltante, la policía,..
que largos
días, con sus dos noches,..
deambulando,..
pensando,
con terrible melancolía,..
hasta que
por fin llegaba ese dinero,..
se abría de
nuevo el cielo en mi tierra,..
resolví ir a
hospedarme en algún lugar económico,
lo encontré,
tenía lo esencial,..
comprar algo
de despensa,..
para los
días por venir,..
yo sabía
perfectamente que solo eso me permitiría
un ligero
margen para sobresalir,
¡tenía que
buscar un empleo rápidamente!
caminar,
caminar,.., hasta que platicando con una persona,..
en el
malecón, el me dijo de un empleo, también me habló
del “Huereque”,
una raíz que el buscaba para comercializar,..
en un
cerro,.., una raíz que servía como medicamento,..
ahora que lo
pienso nada de ello tenía mucho sentido,..
¿sería un
ángel?,.., no lo sé, pero me cambió la perspectiva,..
acudí al
lugar al que me había dicho,
casi por
accidente lo pude encontrar,
y otra vez
la buena suerte me volvió a alumbrar
poniéndome a
esa persona que me entrevistó
¡ya tenía
empleo!, ¡que alegría!
ahora, ¿qué
seguía?
Hay veces
que ni el inmenso mar azul, con su belleza
puede
traernos algo de espiritualidad con su portentosa magnificencia,..