domingo, 17 de enero de 2021

Espontaneo,…

¿Habrá un tiempo perfecto, una circunstancia o persona que lo sea?,…

Los adultos hemos venido a discapacitarnos con la maravilla que fuimos cuando niños,…

Los peques no requieren demasiado para amar, sonreír, llorar,…, u odiar,…

Las cosas no deben ser “perfectas” para disfrutarlas, jugar, emocionarse,…
ellos son naturales,…, unos verdaderos maestros que nos pueden enseñar,…

Y los adultos los “educamos”, pero deberíamos decir que más bien les “amputamos”,…
todo lo valioso, lo hermoso que ellos poseen,…, su espontaneidad,…, su frescura,..
su honestidad,…, su claridad,…

Vamos “creando” verdades y espacios “seguros” que vamos poseyendo,…
y los defendemos y luchamos tanto por afirmarlo,…, y nadie puede objetarnos,…
somos reacios a considerar equivocarnos,…

¿Cómo, yo equivocado, y tanto, por demasiado tiempo,.., cómo crees?,….

Buscamos estos espacios de “congruencia” = aburridos, sin gracia, sin chiste,…

Los niños son unos genios, que no buscan en absoluto nada perfecto para,…
jugar, soñar,…, imaginar,…, amar,…, son sensiblemente espontáneos,…
nada planean, no proyectan más que como acomodar su juguete que encontró en una piedrecilla,…

Y le da vida,…, dialogo,…, “habla con él y puede abrazarlo,
alimenta a su muñeco,…, imagina “algo”
en su pantalla,…

Y disfruta,.., disfruta y juega,…, juega todo el tiempo,..
todo es valioso,.., nada es desechable,…
aunque solo sea pasajero, pues nada es permanente,…
los niños,…, unos genios,…