pues no hay determinaciones que nos condicionen,…
quizás no lo sabemos de cierto totalmente,…
que no son los títulos que nos hayan otorgado,…
o la compañía que nos han prodigado,…, o el lenguaje que nos han
espetado, aquello que define nuestros momentos,…
Nuestro yo completo,…, o las coincidencias o desavenencias
que hallamos tenido,…, o los errores y equivocaciones
que igual hallamos logrado,…, no nos determinan a final de cuentas,…
nuestro valor o estima necesaria, suficiente,…
Es como realmente les dimensionamos y permitimos que nos avalen o nos rechacen,..
esa tendencia a sentirnos culpables o míseros ante los logros o
capacidad de enmendar nuestros errores,…
¿Estamos solos?,…., quizás si definitivamente,…
en verdad que no habrá quien rellene todas nuestras expectativas,…
o dará una resolución forzada a todas nuestras carencias y miedos,…
solución a todas nuestras preguntas, nuestras dudas e interrogantes,…
Se desviara de ellas, ¿una vez o muchas?,…
quizás eso último,…., será seguro,…
¿Y nosotros?,…, igual, ídem,…, lo más probable,…
es entonces, que,..
hay que tener demasiado valor para vivir permanentemente
esta dicotomía, que ante el humano siempre es predecible,…
ohhh,…
