domingo, 31 de julio de 2022

Inocente,…

Es mi pueblo (y yo también), pero “alguien” cruel o cualquiera o “justo” diría, pendejos, imbéciles,…, ¿cómo pasan a creer?,…, sin considerar que mi pueblo y yo…., carecimos de bondad, de empatía, de amor, o de abrazos…, y “tuvimos” (quizás)…, solo reclamos, descalificaciones, vergüenza (que nos provocaban, que nos señalaban, “eres malo, no mereces”)…y creímos que fuera de un nosotros (tal cual),…, el mundo, la gente, o las personas,…, eran buenas, eran capaces, si merecían,…., y decían la verdad,…, era necesario creer que ella la sostenían…., y eran ciertos, leales…., no-fallos como uno,…, y sus “intenciones” eran buenas, eran claras…, transparentes….

Ouch, esa necesidad imperiosa de creer en la bondad…, en lo “bueno” de la gente…, de sus intenciones…., no nos permite crecer o madurar y nos “convertimos”, en seres infantiloides (o nunca dejamos de ser eso, infantes) que no terminan nunca de crecer…, de madurar, de tener una perspectiva crítica, “madura”….

Para el “niñote” todo se divide en dos: blanco-negro, bueno-malo, santo-endemoniado, etc etc, no hay personalidades mixtas, mezcladas,…, cuando se califica bien…., ya casi no hay nada que juegue en contrario y lo mismo pasa al revés,…, ¿te equivocaste?...., no hay nada que equivalga a una posible redención, rescate…, aduana que permita la absolución…, el mundo así presentado su vuelve hostil, en ese rudo, crudo estado y mundo terrible, bicolor…, se etiqueta bien o mal y no hay un criterio que sirva de filtro, de evaluador…, ¿es pereza?...., quizás si…., prefiero dejar quieto mi juicio y plantearle como una sentencia definitiva,…, esta persona es “mala” o lo contrario,…, esta persona es “buena” (sino es que santa, infalible)….

Yo, mi pueblo…., debemos dejar esa postura no compleja (“fácil”),…., el “mundo”, la gente es: variable, voluble…, sofista…, difusa…, la “persona”, a veces se porta bien (a pesar que no sea de mi agrado) y a veces se porta mal (aunque yo celebre o aplaude)…., creo seria la conclusión….