es juntar el pasado remoto con los latidos del presente,…
Y no se puede evadir, el crear esa mixtura tremebunda (ese puente)
que es haber “vivido” tantos años,…, y en un instante, el alma viaja como meteoro al recuerdo, a la nostalgia,…, a los sueños rotos, trasnochados,…
Es recontarse todas las historias y los diálogos y todas las mentiras,…
saborear de nueva cuenta lo que nos resultó muy bien y cuanto lo disfrutamos,..
Es temer también por el futuro, es preveer todos los nonios, y creerse pitoniso,…
¿pero, de qué sirve?,…, si cuando se fue joven o niño,…, nunca atendimos las
“recomendaciones” o querendos de la gente mayor,…
desconfiamos de menos,…, o veíamos “fallas” en sus argumentos;
“¿es que tú me hablas de honestidad, de buenos hábitos, cuáles han sido tus hechos?,…, y no poder abiertamente decir, “me equivoque,…, lo reconozco”,…
Es ya demasiado tarde para renunciar a los defectos que se ostentan,..
que se cree que son “valiosos”,…, resiliencia (terquedad), orgullo (soberbia),…
empatía (querer quedar bien con todos), entusiasmo (ser un saltimbanqui),…
simpático (falta de respeto), reservado (falla comunicacional),.., y tantos mas,…
Pues implicaría “resetear” el alma, dejarla casi en ceros para corregir y no,…
no, pues se quedaría uno con prácticamente nada (vacío), como un traste
viejo que no tiene ya ningún valor o sentido,…
Se ha abrazado tanto las ideas, los pesares, las palabras, los dichos y tanto más,…, que rehacerse no está en los planes de este detritus en que se convierte el anciano,..
En verdad se requiere, demasiada bondad, compasión, para observar este despojo, en que el humano pudo convertirse,…
Pues ya no se entusiasma con casi nada, pues ya vio esa montaña rusa,…, que es la vida,.., ¿n veces, cientos, miles?,…, la bella flor, convertida en mandrágora,…, la “verdad” que sufrió de metamorfosis, para ¿engañar, seducir a “alguien” de interés? (me conviene),…, donde se intercambia el amor por “seguridad” que no tarda en ser falso, volátil,…
Y ¿el mundo?, lleno, plagado de farsantes (igual uno, faltaba más), aseguramos que no,.., pero al tiempo no cumplimos, no fuimos aquellos que aseguramos no íbamos a renunciar a fallar y lo hicimos, vaya que lo hicimos,…
¿Blanco como la nieve?,…, para nada,…, lleno de puntitos de manchas indelebles,…, y de tigres, nos hemos convertido en panteras,…, ¿y el ego?, siempre fuerte, estoico,…, enorme,…, diciéndonos esta vez fallaste,…, mañana no,…
