¿Puede la alondra
cruzar el cielo en un instante?,…
Rasar el azul
cielo, poder verse una raya,..
Se entretejen las
historias, los momentos,…
Los seres cambian,…
modificamos la
respuesta,..
¿Hay un espacio
para mí?,..
para mis
pensamientos,..
Estos momentos,..
En que deseo dejarme
libre,..
eslabonar mi
percepción,..
mi inclinación, los
sentimientos,…
el sentido de
trascendencia,..
que habré de
derivar,..
que no decante,..
Ya pase un largo
tiempo,..
tan callado,..
tan escueto,
anodino,..
como vegetando,..
pasando el
tiempo,..
Esperar tan sólo
su discurrir,..
la próxima comida,..
trabajar,..
descansar,..
levantarme cada
día,..
así, así,…
discurrir en el
viento,…
Hoy se que no hay verdades
absolutas,..
inmutables,
inmanentes para el ser humano,..
que nadie puede
abarcar todas las voces,..
la miríada de
posibilidades,…
un universo,..
Los sentires que
se derraman por todas partes,..
diferentes voces,
diferentes rostros, también acentos,..
La voz colectiva que
se escucha,.., insistentemente,..
pulsa como un gran
corazón,..
que el amor no es
una pertenencia, que no se compra,..
que este se regala
dadivosamente,..
Que no hay
entelequias,…
estructuras que
puedan contenernos,..
El amor es la
clave,…
Un ser humano a
nadie pertenece,..
nace y es libre,..
El tan sólo puede
estar,..
hasta que le dicte
su conciencia,..
su bienestar o
malestar,..
hasta ese
momento,..
Por ello disfrutar
este pasaje,..
hagámoslo
significante,..
Elevemos el espíritu
y también el corazón,..
atrevámonos a
soñar,..
a jugar,.., a
crear,..
un mundo nuevo,..
nuevos ojos,..
un hablar,..
un sentir,..
un metalenguaje,..
Que nos alce,..
nos eleve,..
y asi terminar,..
dulce y
tiernamente,..
terminar,..
Hermoso escenario
de la vida podremos ver,..
Que no valen tanto
los objetos,..
sino la destreza con
que usemos
los aperos,..
Para cultivar,
para sembrar,..
Esta sencilla
maquina,..
este espacio, este
lugar,..
Yo lo uso, lo
aprovecho,..
le saco todo su
jugo,..
su bello y enorme caudal,..