la “enfermedad” es una de ellas,…
Lo han dicho muchos,…, la vida humana es más que solo huesos, carne,..
materia,…
Se dice: “somos un cumulo de sueños, de aspiraciones, de recuerdos, añoranzas”,…
más que de anécdotas y pasajes triviales, bellos o traumáticos,…
que pudieran haberse perdido en el tiempo o en la historia,..
Somos esa unidad de “cosas y entes” que habitan en nosotros,…
que están allí, extraviadas, perdidas u olvidadas,…
Tengo la oportunidad de convivir con mis nietas ahora,…
quien sabe hasta cuándo, hoy están con nosotros, todo el tiempo,..
y me percato de todas sus actividades, empatía,…
son tan espontaneas, no son razonadas sus acciones, sus juegos,..
y se entregan plenas a ellas, a sus juegos, sus quehaceres,…
Y se “plasman” sin querer o razonar los motivos,…, en su ser, en su alma,..
Y así nosotros, los Altes y los Clavellinas, quizás más que todos los demás primos
Orozco, convivimos harto,…, seguido, en diferentes etapas que coincidimos,…
con el abuelo José, en sus reuniones, en sus festejos, pulque, músicos contratados,.., comida, juego y encuentro,…, risas,..
Luego cuando les visitábamos en su departamento,…, su hospitalidad, su empatía,..
era manifiesta,… de mi tía “Guera” (Helena),…, del Gus, la cierta competición con
Luis (el “listo”), conmigo, y la risa, franca, espontanea de Migue,…, y Alonso,.., el chico de la familia,…, siempre grato,..
Nunca tuve ningún altercado o diferencia importante con todos ustedes,…
Y obvio mi tío,…, siempre tranquilo, casi nunca puede verlo enojado,…
siempre era cordial,.., y muy amable,..
Fueron entrañables todas esas visitas a su casa, las largas “charlas” con mi tía,…
me gustaban mucho,.., era literal una fiesta la visita a su casa,…
Y quizás el tiempo, nos va “borrando” eso bello que vivimos,…
pero si nos esforzamos un poco,…, podemos rescatarlo,…
y es el motivo de estas líneas,…, rescatar un tanto esos hermosos pasajes,…
abrazos a todos,…, estimados primos Altes,..
