A la altura de las
dunas del desierto, tan ignoto,..
de la gota
huérfana en ese mar que alguna vez fue,..
De un arrobado
espectador tan alejado,..
de la belleza
tenue, hermosa, de tu lozana sonrisa,..
Del contorno de tu
cintura, del caminar cerca a ti,..
de tus hermosas
caderas, turgentes, vibrantes,..
casi a punto de
explotar en un torrente,..
como río que no
puede contenerse,..
Me confieso
fiel,...
totalmente rendido
a ti,..
que nadie me
llama,..
que nada me
distrae,..
tan sólo tu
boca,..
tu mirada,..
Pareciera antesala
del fruto,..
cortado y
saboreado,..
del edén
prohibido,..
Donde todo se hace
agua,..
donde colapsan, se
derraman
todos mis
miedos,..
y confluyen todos
mis caminos,..
y me encuentro,..
Me confieso,..,
adherido a ti,..
¿y lo sabes?,..
no lo se,...
quizás,..
Y aún
sabiéndolo,..
que, ¿que
seguirá?,..
oh cuanto miedo,..
como si se acabará
el universo,..
Dios conmigo,..
sólo él me
acompañara en mi travesía,..
en mi loca
travesura, en este mi sensible arrojo,..
sólo él, de esa
altura,..., de esa fuerza, energía,..
se requiere,...