realmente, alimentarlo bien,…, descansarlo bien,…
ejercitarlo lo suficiente,…, recuerdo que trotaba,…
y que, llegado un tiempo, superaba ese límite de las fuerzas
a un cierto kilometraje y mi cuerpo, ya trotaba casi por sí solo,…
y me venía una sensación de poder,…, y ¿todo para que?,…
Recuerdo que jugaba cada domingo y yo quería dar más,…
porque me sabia con “talento”, pero en veces, las desveladas
y las malpasadas me jugaban en contrario y me cansaba
con solo una carrera y ya no alcanzaba al opositor y mucho
menos podía pasar la pelota, pegarle bien,…, y a veces pifiaba,…
y a veces me caía, me tropezaba yo solo, o se me clavaba un cierto dolor
punzante en la boca del estómago y la “sed”, esa que no me dejaba
más que resollar,…, por eso, básicamente “corría”,…
quería mejorar,…
Me gusta el baile,…, desde chico recordaba las fiestas de la comadre
de mi madre, y sus pequeñas hijas, Ofelia y la otra no recuerdo,..
yo las sacaba a bailar, tendría 9 a 10 años,…, y ya desde entonces
me gustaba bailar,…, realmente me encantaba y hasta la fecha,…
disfruto mucho el baile,…, aunque ya los nuevos bailes coreografiados
ya no,…, o la música electrónica,…, ya no,…, si el tropical, el rock and roll,
el blues,…, el mismo baile a gogo (la música de los 60, 70, hasta la disco),…
me encantan,…, pues me hacen “regresar” a mis años mozos,…
donde empecé a sufrir por el amor y también lo empecé a conocer,…
En general fui un niño solitario y joven también, pues realmente tuve muy pocos amigos (contados), en la secu recuerdo a Daniel y a mi cuate Álvaro, de la camionetita de reparto de la tintorería (creo de su papa), yo le acompañaba,…, el me invitaba a las fiestas y fue allí que conocí a la “mika” (porque era hija del Miko = mono, maestro de química), a mi cuate le gustaba y claro que a mí también,…, nunca se me hizo nada con ella,…, pero igual en alguna fiesta de Daniel, conocí a la charra y su amiga Amelia, eran “simpáticas”, pero nada que ver con ellas, pero allí en alguna reunión conocí a mi primera novia “oficial”, la Chayo,…, ingresaba a “jugar” por fin en las ligas mayores de la adolescencia, besitos, agarre de manos,…, protocolo con cuñados, visita, etc etc., llegar a checar tarjeta casi a diario,…, ¿qué paso?, ya no recuerdo porque terminamos,…, pero se acabó,…
