Bendita soledad,..
que me provocas al
encuentro mío,..
se requiere
tanto,..
Poder pensar,
meditar, y reflexionar,..
Como por ejemplo,…
Varado en medio del
cielo,..
quedo un beso que fue
emitido,…
más nunca arribó, nunca llegó a su destino,…
y consecuentemente
no hubo respuesta,..
no se cimbraron ya
nuestras almas,..
quedaron tan
ausentes,..
una de la otra,..,
alejadas,.., abandonadas,..
Como es tan
necesario,..
tener que
abstraerme del maremágnum
de palabras, opiniones
y sentires,..
ya me pierdo,
validando,..
queriendo empatar,
cuestionando,
entendiendo y
comprendiendo,..
El otro ocupa a mi
espacio, mi disertación,..
ello absorbe mi
pensamiento,…
Es por tanto muy
sana la distancia,..
así también puedo
ver claramente,..
esa frontera tan
enorme entre tu alma,..
y la luz de tus
ojos, tu mirada,..
Así mis ojos dan
cuenta,..
no te perciben
estas tan escondida,..
se gesta un gran
vacío entre nosotros,..
A veces, puedo
ver,..
que la caridad
como clase de amor,..
nunca fue algo
suficiente,..
que eso que nos
dimos,..
nos hizo mudos cómplices,..
ya que el amor
requiere de la empatía de las almas,..
mas que de los
cuerpos,..
las palabras,..,
los espacios y los tiempos,..
Nos enredamos en
ese juego perverso,..
que nos desvío
tanto nuestros pasos,..
ahora, la
distancia es tan grande,..
no importando que hoy
podamos escucharnos,..
ver tu silueta y tú
la mía,..
y hasta el poder tocarnos,..
la distancia es de
eones de años luz,..
de nuestras
almas,..
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