lunes, 6 de julio de 2015

Ser o no ser,...

Siempre se me plantea, esta inquisición,..
esta disyuntiva,...

A mi al menos, siempre me provoca,...
la duplicidad del ser humano, su ambivalencia,..

Hay quien lo cataloga, como hipocresía,...
la doble moral que siempre permea,...

Esa posibilidad latente, entre el asesino tortuoso,..
el loco, y el ser tan inocente como un noble ser,...
como un cordero,...

Esa latencia, entre el imperioso instinto,...
y la licencia,..., la solicitud, la medida, el permiso,...

¿Cuantas veces?, ¿cada cuando?,...
deambulamos entre estas dos vertientes,...
¿y que tan válidas pueden ser?,...

La resistencia, el dejarse llevar por una de ellas,...
eso nos determina,...

Eros y tanatos,..., parece que se erigen,...

El eros, la creación, la fuerza, la energía primigenia,...
la básica, en verdad que puro instinto,...

Esa energía que nos llevará desde la caverna,...
hasta la enorme constelación de las estrellas,...
de las pléyades, hacia el tiempo infinito,...

Y tanatos, la muerte, el deterioro, la caída,...
pobre humanidad, ¿que sería?,...
sin la sabiduría de la muerte,...
que nos aniquila,..., nos acaba, nos mina, deteriora,...

Seríamos un cáncer acabándonos el universo,...
bendita muerte,..., que sólo nos permite,...
un breve espacio, una escasa vibración, una diatriba,...
un leve muro, una nimia pintura, una breve cultura,...


Ser o no ser,...
que breve polvo cósmico,...
que bueno es,....


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