jueves, 19 de febrero de 2015

Humanidad

En verdad que cierto es que mi voz,..
atiende demasiado tiempo,..
los pequeños requiebros de mi alma,..

Y los temas conjugados,..
por tantas líneas de discurso,..
por tantas acciones que nos engloban,..
y que nos “marcan”,.., dimensionan,..
que ellas tácitamente nos conducen,..
¿quién quisiera verse en el lugar?,..
victimizado o blandiendo la hoja,..

De verdad que esto no puede soslayarse,..
nos catapulta,..
nos da la exacta dimensión de la atrocidad,..
del peor acto humano,..
que sacralizado blande la muerte,..

Sin consciencia, sin ningún reparo,.., firme,..
llevado al compas de sus pasiones, su terrible locura,…
ellas soterradas,…
como si hubieran estado tanto tiempo adormecidas,..
y como en acto pleno,..
hubieran esperado el tiempo de presentarse,..
oh humanidad,..

Que ellas nos bañan con el líquido escarlata,..
de seres postrados, sometidos,…
abonando así el camino hacia lo extinto, la nada, el vacío,..
oh humanidad,..
¿a dónde llegaremos?,..

¿Acaso alcanza algún perdón,..
que sane tan enorme, real y cruel pesadilla?,..


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