¿Pudiera negarte un cielo de gatos?,…

¿O un huerto de peras o de manzanas?,..
o ¿un hogar muy apacible, una estela de brillantes…
o un hogar, o una palabra justa, equidistal?,..

Todas ellas son creaciones tan propias de nuestro intelecto,..
de nuestro pan universo mental,.., son “constructos”, “ideas”,..
es nuestra conexión entre lo sensible y nuestra psique,…
desde aquellos axones que se han iluminado o encendido,…

Pero igual lo otro ha sido,..
ese miedo orgánico, visceral, primigenio,..
de la “criatura”, del ser vivo,..

¿Cuál es la luz que ilumina nuestros ojos,
cual nuestra penumbra y temor?,…
¿por qué lloran, claman nuestras almas?,..
y ¿cuál es el espacio creativo, imaginativo, o tortuoso?,..
aquel que se idealiza, que crea imágenes amables, “anhelables”,..

Nada ni nadie blinda nuestra alma,…
es un quehacer constante, continuo,..
no es desfacer o evitar el “mal”,…, pues este no se crea,..
no se evita,…, acaece,.., nos rompe,…, nos seduce,..
nos debilita o nos toma presos en un momento de debilidad,..

Elegante suele ser,…, una piedra rodar desde su escondite,..
y su posición trastocar,…, ella rodar, caer,..

Elegante suele ser,…, la mirada celeste de los gatos,…
y definitivo que, elegante es,.., a los niños personificando
a los adultos,.., y divertidos son también,..

Elegante es, elegir a las palabras, seleccionarlas,…
escuchar a su sonido,… y percibir a su entusiasmo,…
y la creación de las ideas que germinan y de todas las imágenes,..
sin restricciones,..
y que solo al decirlas ellas se traducen, se comprenden,..

Y elegante, majestuoso puede ser,…, el hombre, la mujer, el niño,..
que no dice mucho y obra demasiado,.., que no insulta,…, no increpa,..
y que no se acobarda ante ningún vendaval de objetos diversos,…, complejos,..
tiempos, premuras y silencios,..

¿Saberte, dilucidar pues, no olvidar a tu silueta, tu promesa,…
tu proeza rescatar siempre, esa imagen, ese icono,…, alabastro,..
flor de azalea,.., tersa,.., diminuta,.., confundida,…
abrazo a tu alma,…