Y estaba en dura ausencia bajo piedra,…
navegando hacia el remoto ocaso de mis miserias,..
Comparándome constantemente,.., sojuzgándome,…
arrastrándome en un risco,..
¿en un peñón de Gibraltar?,…, claro que no,..
solo en ilusión, peleándome conmigo mismo,…
queriendo separar el mar de la tormenta,…
lo valioso, lo importante de la ganga,..
como un loco alucinado gambusino,..
enfebrecido con el oro,..
Ay de mí,..
y de mis pobres alcances que no alcanzan casi nada,..
solo me entretienen y borran a mis años,…
demacran, deploran a mi rostro
y los sueños que algún día yo tuve,..
que concebí debajo del cielo mirándole,..
¿Y el tiempo de la grulla?,…
del espinazo del diablo, que tengo prohibido enunciar,..
¿y porque?,…
¿que no es acaso que he vivido separado de la ciencia,..
la paciencia,…, el amor y el verdadero dolor,..
Ese que cargan tantos silenciosos en todos sus días,..
en el ocaso,.., en el caminar o transitar, lo llevan siempre,…
Y si acaso el verano o cualquier otra estación me trae pértigas,
alas,.., verdades irresueltas aun,..
¿Qué más quiero, que más deseo?,..
quizás solo dormir a tu lado,..
mi hermoso sueño, quimera,…
que solo reside en mi imaginario,…
y siempre me pregunto,..
En realidad, ¿existes?,…
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