Y yo estaba,…
encima de un durazno, de una ciruela, una manzana,…
dubitando, meditando,.., preguntando,..
¿Dónde se ha ido la poesía, acaso no existía?,..
¿se puede usar la misma para socavar a una etnia,..
un solo ser siquiera,.., grande o pequeño?,..
¿una creencia, un prólogo,.., un cumulo de “verdades”?,..
Yo quisiera creer que ello no es posible,..
que la poesía no es un discurso político,..
la mejor definición que pudiera existir,..
Acaso solo es una réplica, un tanto,.., quizás alejada,..
o cercana,…
del posible, sensible “rumor” del pulso del universo,…
tanto más cercana, más alejada,.., de ese sensible péndulo,..
este “pulsar”,…, esta inercia del bing-bang,…
Este sagrado equilibrio de vida y muerte,.., el ciclo
de todas las cosas,…, una mota,…, un ser,…, una vida,…
la verdad, la mentira, obscuridad que eventualmente
ella se aluza,.., se vislumbra,…, se descubre,….
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