y las pasiones mas sublimes, ellas se diluyen,…
ellas colapsan,…
Y aquello que nos robaba el aliento, va desapareciendo muy lentamente,..
porque el verdadero yo, el ruin, el miserable, opacado ser, se presenta,…
se sienta a sus anchas y el héroe mítico, legendario, ya no existe más,…
no podría coexistir,…
Ya no hay liras que ellas vibren, nos estremezcan,.…
ya no hay flautas de pan que sonoricen el día a día,..
y se vuelve gris, monótono, rutinario su entusiasmo,…
las mentiras que se construía ya no se sostienen más,…
“La rutina es un pesado lastre que nos lleva, nos conduce”,…
es necesario el dólar, el peso,…, la libra o el rublo,…
ello compra voluntades, romances,…, o miseria,…
Lealtades,…, verdad o mentira a modo,…
testigos, aplaudidores o malignos,…
Esa ripiante perversidad del homo sapiens,…
esa colérica abulia, ese hartazgo,…, del todo o nada,…
nadie quiere ser un Sísifo permanente,…, eterno,..
¿Es necesario matar, mentir, para lograr el éxito…
la supremacía?,…, y la pereza constante siempre abdica a ello,…
“habría que destruirle,…”
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