Mira mi niña, niño,…

Debo decirte,.., que te debo tanto,..
si, palabras, aliento, entusiasmo,…
sé que ellas me faltaron…
y que no pude acompañarte tantas veces,…
y que me aleje de ti por tantas cosas,…
pretextos tu dirías,.., y quizás sí,..

No pude participar en tu vida, en tus sueños,…
en tus enseñanzas,..
en tus planes, en tus grandes derrotas,…
pues no te preste oídos,.., según, estaba “ocupado”,..
y preguntaras ¿en qué?,..

Puedo citar cualquier cantidad de cosas y objetos,…
que la guerra entre las naciones, que no me alcanzaba el gasto,..
que el tiempo,…, que voló la araña,…, que tenía tanto trabajo,..
que no tenía manos, que me faltaba energía,…, paciencia, amor,…
y comprensión también,…

¿Qué más puedo decir, perdón?,…, ya para que dirás,..
pues el “daño” está hecho, realizado,…, en verdad que lo se…
lo se claramente,…

Difícil es abarcar a un solo ser humano, comprender,…
levanta pues tu cabeza, amarra tu corazón, repáralo,..
hazlo acaso por ti y tu gente, y ¿fallaras?,…
vaya que sí, igual lo sé,…, perdónate tú también,…