esos espacios añorables,….
la sonrisas sin miedo de los niños,…
de las cuitas, los chismes,…, el comején de los inválidos,…
el “comer cristiano” de todas las épocas,…
La certeza del erudito,…, la soberbia del que se creía eterno,..
que nada le pasaría,…
Te llevaste nuestra seguridad, nuestro desparpajo,..
¡póngase el bozal!,…, si no, no sube al camión,..
claro que si señor,…, permítame,..
Las miradas que se esconden sobre el bozal,…
no se sabe si alguien sonríe…, o si hace una mueca,…
¿Qué acaso hicimos una travesura toda la humanidad,..
que tenemos que ser avergonzados?,…
¿Quién provoco esta tragedia,…, esta ausencia forzada antes de tiempo?,…
¿por qué quieren que se vaya,.., mi tío, mi tía,…, mis padres y algunos niños,..
esos jóvenes risueños,…, quien esto lo planeo?,.., desdichado,..
Ay maldito Covid queriendo disfrazarte de muerte,…
eres una impostación,…, no mereces mi respeto,..
solo temor que nos inyectas,…
¿Cuándo acabara esta pesadilla, esta tortura para tantos?,…
y nuestros muertos y los que faltan,…
¿estaré incluido?,…, ¿quién lo sabe con certeza?,…
Esta maldita incertidumbre,…
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