Desde hace siglos, arde la yesca,..
ella no logra apagarse, no se extingue,..
Combustibles ingentes,..
el hambre de tantos,..
la impudicia de los señores, sus mercedes,..
la reiterada injusticia,…
La voz acallada por tantos siglos,.., constreñida,..
casi ausente, se pierde,..
El discurso barato,..
repleto de mentiras sin medida,..
¿a quién pudieran engañarle?,..
Una maquinaria atroz,..
mueve el engranaje de la cruenta lucha,..
de la locura patibularia, el cadalso,..
el fusil que se arrebata, la razón que se ausenta,..
“que lloren en tu casa, no en la mía”,..
Elecciones que son solo una pantomima,..
de millones de libera-dólares, convertidos a magros pesos,..
esmirriados,..
Haciendo solo el juego, la danza millonaria,..
del gran festín de los poderosos,..
Mi México,.., cuanto lloras,..
¿cuántos hijos habrás de ofrendar en esa pira?,..
desaparecidos,…, rotos,.., quemados,..
olvidados,..
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