Antes que nada debo decir mi postura, desde que voz yo ejerzo esta comunicación
o expresión, me considero a mi mismo un católico un tanto renuente, ya que prácticamente
realice todos los ritos católicos convencionales que se llevan en México,
excepto el del matrimonio y fue a razón de que mi “futura” (esposa) me
preguntara cual era mi postura respecto a Dios en ese momento, a lo que le
conteste que no, que no creía en él y que no lo consideraba indispensable, pero
que si era necesario para casarme con ella, yo lo hacía, a lo que ella difirió mi
ofrecimiento y no nos casamos por la iglesia, mas sin embargo mis hijos si
fueron bautizados, confirmados e hicieron su primera comunión los tres, pero básicamente
impelidos por mi esposa y no por mí. Ya luego de algunos pasajes difíciles de
mi vida, yo llegue a creer en Dios, porque sentí su presencia en alguna
experiencia que hoy no viene al caso referir, que sin embargo a mi no dejaron
duda para creer en su existencia, en resumen, entonces me considero creyente de
Dios aunque difiero de ser fiel devoto de la Iglesia en general y
particularmente la mexicana, la cual ha tenido pasajes muy obscuros que pesan
en nuestra historia reciente y añeja, quizás desde que fue instaurada en México,
la Santa Inquisición por decir lo menos, esta postura mía parece ser muy cómoda
y créanme que no lo es, en un país con un alto índice de creyentes católicos que
siguen los ritos convencionales, “ma o menos”, y que están al tanto de aquellos
que como yo, no los seguimos: ir a misa los domingos, santiguarse a cada rato,
rezar el rosario, hacer mandas, confesarse, etc y ello para poder decir (creo)
en su fuero interno (o sea en su pensamiento): “ya vez por ello te va mal, por
apostata y ateo” y ya a estas alturas del partido de mi vida ya me canse de
hacerles ver su error y lograr diferenciarles mi postura, si creyente en Dios,
no creyente en las estructuras humanas creadas por el hombre, hasta allí lo
dejo. Por otro lado, debo decir que no me considero ni un líder de opinión o
experto en nada, excepto en mi caso personal (como decía en mis grupos de “autoayuda”),
estas líneas y opinión solo son una postura que puede coincidir o no con muchas
posibles con respecto a la visita del Papa Francisco a México, su “valor y eco”
cada quien la dará a su arbitrio y criterio o consciencia.
La visita del Papa Francisco a México, se da desde una perspectiva,
creo, coyuntural, México está pasando por gran cantidad de vicisitudes de todo
tipo, que básicamente tienen su origen en la economía, el dinero que se ingresa
a la familia, no le alcanza para mínimamente satisfacer sus necesidades básicas
y prioritarias (para un gran porcentaje de familias en México, dicho ello por
diferentes fuentes convencionales: INEGI, OCDE y otras) que si esta no fuera
tan crítica, la población “aguantaría vara” (quiere esto decir: soportaría, ya
que esto de la corrupción y los malos políticos mexicanos no es una excepción,
sino ha sido la regla), la violencia, el narcotráfico, la corrupción han
escalado a niveles criminales ciertamente y todo el sistema se percibe bastante
frágil, por ello no es extraño ver como un candidato independiente gano una
Gubernatura en México, Nuevo León, y que a las próximas elecciones del 2016, ya
próximas, tengan “miedo” de perder sus privilegios los poderes “facticos” con
sus consabidos títeres en el gobierno.
¿Quién en realidad trajo al Papa a México?
En realidad no el ciudadano común y a pie lo trajeron, fue más bien una
operación bien orquestada de dichos poderes facticos que en México pudieran
estar amenazados, y que a través de Peña Nieto, lograron su propósito y en verdad que
les salió muy bien la jugada y cumplieron con sus objetivos, uno de ellos “distraernos
y dormirnos un rato”, otro fue el “validar” al estado Político Mexicano y esto
fue lo que mejor les salió, en verdad que no importo todo lo que tuvieron que
pagar en propaganda y logística, realmente habría que reconocerles que les salió
bien el “tiro o la jugada”, felicitaciones, sin embargo para México y los
mexicanos ¿qué queda?, aquí enseguida solo unos breves apuntes de lo que
alcanzo a observar a vuelo de pájaro:
a.
La fe (de cualquier denominación) para el
mexicano representa un gran refugio y necesidad el tenerla, no es extraño ver
que donde ha fallado la religión católica, otras “sectas o corrientes
cristianas disímbolas”, hagan su aparición y logren enseñorearse, repunten.
b. Dentro
de los poderes “facticos en México”, se encuentran ascendientes muy “especiales”,
por decir algo: “ultras”, los legionarios de Cristo, Opus Dei, El Yunque, y
otros que fuera de lo católico medran de manera muy importante, la Masonería
por decir lo menos.
c.
El Papa Francisco, en resumen cumplió su
cometido y deberes, asistió y dio su discurso, quizás velado pero si, no obstante
para nuestros cínicos lideres esto no le hizo ninguna mella y solo logro
agradarlos, como si aceptaran de buen modo un “mal chiste”, cuando les dijeron
corruptos, cosa menor realmente, ya que muchos de los gobernantes, son
consabidos “asesinos, con todas las letras.
En conclusión, a mi ver, la visita del Papa Francisco, deja una
excelente “ganancia” al estado de gobierno en México (y principalmente a los
poderes facticos) y a los mexicanos, en general, “resta o abate”, de por si su
escasa fe, estas líneas y conclusión son solo mías tan solo, hasta la vista.
Víctor P Clavellina Orozco
No hay comentarios.:
Publicar un comentario