A los ausentes,..

¿Qué afán, porque retrotraer esta fractura?,..

¿acaso algo se cambia, modifica?,..

¿que no te han dicho,

que debes dejar en santa y bendecida paz?,..

que la justicia, la bondad del más grande,..

con ellos está,..

Que ellos ya están,..

donde habremos de llegar,..

todos, todos,..

habremos de alcanzar,..

Mas algo quisiera yo decir,..

expresar,..

aunque se que el honor y el aprecio,..

debe darse en vida misma,…

con plena justicia,..

no seríamos humanos,..

si así esto fuera,..

Tan embrocados estamos,..

en todas nuestras apetencias,..

nuestros tristes quehaceres,..

nuestros afanes,..

egoístas,..

de “realización personal,..

De sentido, de valor anhelar,..

de amor consentido,..

que poco nos damos cuenta del devenir,..

que ha todos nos ha de llegar,..

Y un día, repentino,..

no tachado en ningún almanaque,..

ya no aparece su voz,..

su mirada ya no está,..

el eco de sus palabras,..

ya no se escuchan ya más,..

Sólo un dolor punzante en el centro del corazón,..

es cuando rompemos,.., fragmentar,..

y sólo nos queda una sentida oración,..

“Que Dios te asista y te bendiga, donde sea que te encuentres,..

y que de mí por favor no se olvide”,..

Darse cabal cuenta de la vanidad de tantas cosas,..

buscar ya ahora poder abrazar,..

escuchar,.., solicitar,..

Una sonrisa, una mirada del más profundo amor,..

aquel que adolece de ningún afán de posesión,..

que es tocar con sutileza el aire a la flor,..

que no la arranca,..

que le deja en su sitio,..

para que persista,..

mas y mas,…

ya llegaremos,…